Las revueltas que comenzaron en Túnez y que ahora se extienden por diversos países islámicos han tenido lugar gracias a las redes sociales. Gracias a estar conectados unos con otros, los peces pequeños descubren que existen otras sociedades, otras formas de hacer política, otras realidades. Y las quieren para ellos. Cuando la única información que llega al pueblo procede de sus elites, se produce un efecto de apaciguamiento, de pasividad conformista; pues ya se encargan bien de seleccionarla, filtrarla o manipularla para que el pueblo piense que tiene unos gobernantes que lo dan todo por ellos y que no existe alternativa mejor. Pero al producirse la eclosión de las nuevas tecnologías y el auge de las redes sociales la información circula de ciudadano en ciudadano, de país en país y las realidades traspasan fronteras. Los ciudadanos del mundo musulmán han abierto los ojos a una nueva realidad y difícilmente se van a conformar con paños calientes.
18/2/11
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario