El maestro Zheng pasaba horas meditando en medio del bosque. Nadie lo molestaba, hasta que caía la tarde y algunos jóvenes del lugar se acercaban para hacerle preguntas. Sabían que escuchaba todo lo que ellos decían, pero que sus respuestas eran muy breves y no acostumbraba a repetirlas. Por tanto, todos escuchaban con extrema atención sus palabras. Una tarde se acercaron dos adolescentes aprendices.
_Maestro, tengo una gran duda _dijo uno de ellos_. Si el alma abandona el cuerpo cuando morimos y el espíritu lo baña todo, entonces, ¿el espíritu nos abandona también?
Sin abrir los ojos siquiera, Zheng se tomó unos instantes y a continuación habló despacio pero con convicción.
_Toma agua del manantial en un cubo.
Los muchachos se quedaron esperando a que continuara con la lección, pero no pronunció ninguna otra palabra. Los muchachos se fueron decepcionados. Creían que el maestro les resolvería la duda.
_Tal vez el agua del manantial contenga la sabiduría _dijo el otro muchacho.
De modo que tomaron un cubo, fueron al manantial y lo llenaron. Dejaron el cubo junto al arroyo y se quedaron observando el cubo esperando que la sabiduría fluyera hasta ellos.
_Llevamos más de una hora mirando el cubo y la sabiduría no viene a nosotros _dijo el muchacho que habló con el maestro.
_Tal vez debamos preguntar de nuevo al maestro.
_No, ¿no sabes que odia que le pregunten lo mismo dos veces?
_Pero entonces nunca resolveremos nuestra duda.
_Tal vez debamos esperar más tiempo y la sabiduría venga a nosotros.
De modo que dejaron el cubo junto al arroyo y se marcharon. Al día siguiente volvieron, pero seguía igual. Volvieron otro día más y otro, pero la sabiduría se les resistía.
_Llevamos una semana viendo el agua en el cubo y la sabiduría no viene a nosotros _dijo el muchacho.
_Tal vez debamos hacernos preguntas.
_Pero ¿quién las responderá?
_Nosotros. Tú le preguntaste al maestro que si el alma abandona el cuerpo cuando morimos y el espíritu lo baña todo, entonces, ¿el espíritu nos abandona también? El maestro te respondió que tomaras agua del manantial en un cubo. ¿Por qué diría tal cosa?
_Para que observemos la diferencia entre el agua del cubo y el agua del manantial.
_Y ¿cuál puede ser la diferencia? Es agua igual de clara.
_El agua del manantial fluye libremente, el agua del cubo está encerrada.
_Tal vez el maestro quiso decir que nosotros somos cubos.
_Entonces, si vertemos el agua del cubo al arroyo, el cubo pierde la vida que tenía.
_Y esta volverá a fluir libremente y se fundirá con el resto del agua.
_Pero entonces, ¿cuál es la diferencia entre alma y espíritu?
_El alma es el espíritu encerrado en un cuerpo.
_Qué sabio es el maestro.
_Sí, qué sabio es.
Indefectiblemente la sabíduria no esta en los maestros, ellos solo nos guian hacia la misma, que sin lugar a dudas y siempre.... Esta en nuestro propio interior
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