Porque se creen que por haber vendido ocho discos ya va a vivir de la música toda la vida. Porque apenas dan cuatro conciertos en el garaje de su primo ya adoptan la estética inconfundible del "músico que va de estrella"; una mezcla entre John Lennon, Liam Gallagher y el camello de mi barrio. Porque adoptan esa mirada en plan Zoolander, con la que se creen irresistibles sin darse cuenta de que parecen memos. Porque se desplazan abriendo el paso con arrogancia como si todo el mundo le fuera a suplicar una foto o un autógrafo, cuando la inmensa mayoría no reconocería a ninguno de ellos ni en una rueda de interrogatorios rodeados de nigerianos. Porque se creen que la música es una profesión más importante que ninguna otra y que los músicos son seres de otra galaxia por saber rasgar una guitarra y secuenciar cuatro acordes. Porque la mayor parte de los que se creen divos acabarán en las listas del paro o realizando otros trabajos igual de dignos como levantar tabiques o vaciar contenedores de basura. Por todo eso odio a los músicos que se creen estrellas.
.jpg)
Lo dices por iguana tango, o por algún otro grupo en particular?
ResponderEliminarEs una generalización hiperbólica hacia todos los que encajan en ese perfil. La foto de Iguana Tango es para ilustrar, porque pienso que encajan en él, aunque no sean ni los únicos ni los que más se hayan creído alguna vez estrellas. Los hay que no han tocado más allá del garaje de su primo y ya se lo creen.
ResponderEliminar