Quién no ha visto alguna vez una película en la que el malo aparece sujetando a la chica víctima y el héroe le conmina a soltarla apuntándole a la cabeza. Es una escena tan manida como predecible y simplona que sirve de remate para multitud de películas sin imaginación que se dedican al triste copia-pega de escenas. Así vemos películas que se nos antojan como ya vistas, predecibles y aburridas por la gran cantidad de topicazos que introducen a golpe de ratón. Esta escena resulta aún más aversiva que otras por la simpleza con la que tratan los estereotipos de héroe bueno, criminal malo y vícitma femenina. Carecen de matices, de originalidad, de sorpresa. Es una escena que en la vida real no se la espera y en la ficción cabría algo más de originalidad, quizá un sarcasmo, una hipérbole, una metáfora. Cualquier cosa menos inducirnos la náusea con escenas tan lamentablemente plagiadas.
22/8/11
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