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30/12/11

Críticos y frustrados

Pedro Almodóvar decía que hay muchos niños que de mayores quieren ser actores; solo unos pocos, directores de cine; pero no conocía a nadie que quisiera ser crítico de mayor. Lo que venía a decir Almodóvar era que los críticos de cine o de otro arte son artistas frustrados que han dado con sus huesos en el único espacio que les ha dejado su talento. En ocasiones pienso como él. Aunque creo que el trabajo de los críticos es útil, también creo que es imprescindible que conozcan muy bien la disciplina que intentan juzgar. De lo contrario bastaría con un jurado popular que valorase si le gusta o no le gusta. El crítico musical y de espectáculos Risto Mejide parece tener buen juicio para valorar si un espectáculo vale la pena o no, pero a la hora de emitir la sentencia se desliza hacia la procacidad y el escarnio. Ignoro si es un cantante frustrado como dicen las malas lenguas. Pero lo cierto es que opta por ridiculizar a los artistas en lugar de emitir un juicio mesurado y objetivo. Es decir, busca la fama y la popularidad a costa de los artistas. ¿Lo hace por resentimiento como artista frustrado? Quizá. Es cierto que hay artistas que no merecen siquiera ese adjetivo, pero con una valoración ponderada y sincera por su parte sería suficiente. Su figura ganaría puntos si siguiera esa dirección. Pero, claro, hay gente que ve sus programas exclusivamente para escuchar sus ofensas. Él se nutre de la crueldad del espectador. Es un animal crueldófago. Engorda y crece con la ansiedad de espectáculo y el morbo de los televidentes. Al final, sus valoraciones se tornan caprichosas y subjetivas, basadas muchas veces en aspectos personales. Es una pena que un tipo con criterio pierda su talento alimentando el morbo con carnaza de tercera.

Chicos malos

Los chicos malos no nacen. Se hacen. Los chicos ni son buenos ni son malos al nacer. Aprenden lo que ven. Si hay algún chico malo, es porque sus padres no han sabido o no han querido educarlo bien. Al nacer no partimos de cero. Tenemos unas tendencias innatas, moduladas por nuestros genes. Pero es la educación la que derivará en conductas sociales o antisociales. Cuando escucho a algunos padres quejarse de la conducta de sus hijos, mi pensamiento siempre es el mismo. Tú sabrás lo que has hecho. Los niños disruptivos y antisociales buscan en el entorno la atención y el afecto que no encuentran en casa. Normalmente proceden de familias en las que la violencia verbal o física es la moneda de cambio. Como es lo único que conocen, los muchachos emplean la violencia para conseguir esa atención. Lo más indignante es que muchas veces tienen éxito y perpetúan su conducta.

29/12/11

Noches juguetonas

Hace rato que él se encuentra durmiendo, al día siguiente trabaja. Ella acaba de llegar de fiesta. Al rato él comienza a sentir unas manos bajo su ropa. Bien, otra noche juguetona, piensa él. Sin despertarse del todo, corresponde a su chica. Pero, un momento. No le salen las cuentas. Si las manos de ella están bajo su camiseta, ¿de quién son las que se encuentran en su entrepierna? Se gira, ahora sí, despierto. Y allí está la amiga de su chica. Vuelve a mirar a su chica. Esta asiente.
Sigue el juego. Al rato se gira y le agradece a su amiga el detalle. Prueba esa boquita que tanto le gusta. Se le acumula el trabajo. Dos amantes requieren mucha atención. Pero él se permite un leve pensamiento. Es solo un destello que recorre su mente. No me lo puedo creer.

Panem et circenses

Bien sabían los romanos, que el hombre llano es fácil de contentar. Basta con tenerle el estómago lleno y darle algo de entretenimiento. Lo llamaban panem et circenses (pan y circo). Hoy tenemos nuevas versiones del circo de antaño, con la telebasura y el telefútbol, que mantienen a millones de almas fatuas pegadas a la pantalla. 
Pero no nos engañemos.
No se trata de una conspiración urdida por los poderes fácticos. No se trata de una estrategia para manipular las mentes en contra de nuestra voluntad. Nadie nos obliga a digerir lo que nos ponen en la televisión. 
Podemos elegir.
Podemos cambiar de cadena para disfrutar de cine clásico, documentales o debates. El poder está en nuestras manos. Nadie nos obliga a contemplar nada. Aun cuando todas las cadenas retransmitieran bazofia, podríamos apagarla. Aunque nos ataran las manos y nos amordazaran frente a un televisor aún podríamos cerrar los ojos. Y aun con los ojos abiertos aún podríamos abstraernos y pensar en otra cosa. Nadie puede robarnos nuestra capacidad de elegir. Nuestra capacidad de pensar. Nadie puede robarnos la libertar. Por eso cierro mis oídos cuando escucho a alguien quejarse de la programación. La programación la hacemos nosotros con nuestras decisiones. Si todo el mundo optara por ver documentales, las cadenas se llenarían de documentales. Pero no es así. A la gente le gusta el fútbol y la basura. Y eso es lo que hay.

28/12/11

Papa Noel existe

Tiene tan solo seis años y sus hermanos acaban de darle la terrible noticia: Papa Noel no existe. El muchacho se enjuga las lágrimas y busca la soledad de su habitación. Al rato, sale con evidente gesto de indignación y se marcha a la calle. Dice que no tardará.
A la puerta de una juguetería encuentra lo que buscaba. Un Papa Noel antihéroe, convertido en ídolo por un día. Le toma de la mano y quiere llevárselo. Él se muestra renuente, aún no ha terminado la jornada en la que ganará una miseria. Pero el chico se muestra imperturbable. Bueno, qué carajo. Pa' lo que me van a pagar... Se gira, se ajusta la barba postiza, se coloca el gorro, apura el canuto y da dos largos tragos al cartón de vino. Ya nos podemos marchar.
En casa se reproduce el cuadro. Un muchacho de seis años con cara de pocos amigos aparece del brazo de un Papa Noel mareado, con la nariz enrojecida y dificultad para permanecer vertical. Los padres se quedan perplejos. Los hemanos mayores tragan saliva. El niño, henchido de orgullo. Ya lo dije, Papa Noel sí existe.

27/12/11

Happy hardcore

A principios de los años noventa surgió una variante más amable dentro del estilo conocido como hardcore. Esta versión más asequible para los oídos sensibles se caracteriza por la gran velocidad del ritmo hardcore y por añadir melodías vocales normalmente aceleradas. Los defensores arguyen que este estilo ayudó a difundir el hardcore; los detractores, que el happy hardcore supuso el final del harcore. Hay quien piensa incluso que en realidad no es un estilo diferente sino un simple dance acelerado. Es cierto que un tema dance a más revoluciones suena bastante parecido. Pero al margen de controversias, el happy hardcore tiene su propia identidad y muchos artistas y grupos lo han defendido y han contribuido a que permanezca en la historia contemporánea de la música. Entre los muchos artistas que aportaron a este estilo se encuentran Scooter, Blümchen, Dune, Hixxy, Highlander o Rave nation.

26/12/11

Razones y pretextos

Los pretextos son las razones del que se ha quedado sin razones. Es común escuchar a la gente justificaciones antes o después de un fracaso de cualquier tipo. La variedad de pretextos es abultada. Antes de comenzar un examen es corriente escuchar "no he estudiado nada" a pesar de que todo el mundo suele presentarse a exámenes solo si tiene expectativas de aprobar. Lo que está haciendo con ese pretexto es preparar el terreno para un posible fracaso. Si por casualidad aprueba todo el mundo creerá que ha sacado provecho de ese "poco estudio". Lo que pasa es que no cuela porque todo el mundo enarbola los mismos argumentos justificativos. También es frecuente escuchar tales justificaciones después de los fracasos deportivos. "Es que he tenido una gripe y no he podido entrenar suficiente", "Es que aún no me he recuperado de la última lesión". Si no están para competir no deberían competir. Y si están para competir no deberían esgrimir pretextos para justificar su fracaso. Sin embargo, pocos son los que justifican sus triunfos. Sería refrescante escuchar "He ganado porque todos mis rivales no han entrenado tanto como yo" o "He triunfado porque ellos han estado enfermos y yo no". El deporte y los exámenes no son los únicos campos donde abundan las escusas. En la política se escuchan a diario: "Nuestro país está mejor que Grecia" pero no "Estamos peor que Francia" y así hasta el infinito. Donde terminan las razones comienzan los pretextos. 

Las edades del hombre

La verdad, no creo que la vida del hombre sea una evolución lineal a lo largo del tiempo. Más bien pienso que es una línea que asciende para luego volver a descender. En nuestra primera edad somos poco más que los animales o las plantas. Dependemos de la bondad ajena, de lo que nos quieran aportar. Al principio nos nutrimos de los saberes y sabores que nos brindan los mayores. Al alcanzar la edad adulta al fin somos dueños de nosotros mismos. Ya estamos en disposición de nutrir a otras criaturas. Podemos influir en ellos. Elegir cómo queremos que sean. Cuando alcanzamos la tercera edad nuestro cuerpo comienza a menguar a la par que nuestro espíritu se disipa. Algún día muere el cuerpo, pero el espíritu permanece en las criaturas que hemos contribuido a crear.

25/12/11

Hoy me he levantado monárquico

Sucede que hoy me he levantado monárquico. Algo así como le sucedió a Pérez Reverte tiempo ha, cuando escribió su artículo "Un día monárquico lo tiene cualquiera". No sé si habrá sido por el efecto sugestivo del discurso de nochebuena o por otros motivos más prosaicos. El caso es que puestos a reflexionar sobre las alternativas a la monarquía, uno no puede menos que tornarse monárquico aún cuando las propias convicciones vayan en otra dirección. El Rey Juan Carlos ha sabido ganarse al pueblo a pesar de su abrumadora tendencia hacia el republicanismo. Este hecho se ha venido a llamar Juancarlismo, que es la defensa de este Rey como jefe de Estado aunque en el fondo se prefiera el sistema republicano. 
Hay varios motivos para defender la monarquía como el mejor sistema, al menos a medio plazo. El primero de ellos es que la lealtad que todos los territorios tienen al Rey no se la tendrían a un presidente de República. Al fin y al cabo sería otro político más, con su ideología y su biografía con luces y sombras. El segundo es que nuestra monarquía es la más barata de toda Europa y a raíz del caso Urdangarín se ha comprometido a hacer transparentes las partidas de los presupuestos. La tercera es que la fórmula monárquica tiene mayor poder simbólico en el pueblo que representa, por sus raíces ancestrales, por la implicación de toda su familia y por la preparación a que son sometidos desde la infancia los herederos. La cuarta es que un político que ejerciera de jefe de Estado no podría desprenderse de su ideología y siempre sería visto como representante de una parte de la sociedad en detrimento de la otra. Un jefe de Estado de izquierdas sería visto con reticencia por la derecha y uno de derechas lo sería por la izquierda. El quinto es que un político nunca tendrá el grado de implicación de un monarca con el país, pues su cargo dura un tiempo limitado por las elecciones, mientras que el de rey se adquiere de nacimiento y se mantiene hasta la muerte. Y finalmente, nuestro Rey ha sabido ser el mejor embajador de España, ha mantenido una cordial relación con la inmensa mayoría de los jefes de Estado con que ha departido y en general ha ejercido una labor de cohesión territorial y referencia de todos los ciudadanos. No todo en él es idílico, pero a día de hoy resulta infinitamente más conveniente la figura de este Rey que cualquier alternativa que se plantee. 

24/12/11

El miedo a la muerte

No existe para nosotros nada más temido ni más terrible que la muerte. La muerte es para nosotros el miedo por excelencia, el miedo supremo. Pero el miedo a la muerte al final de la vida ni surge espontáneamente ni es un rasgo hereditario. Nuestro instinto nos previene de la muerte prematura, de los accidentes y de los peligros próximos. Pero el miedo a la muerte al final de la vida es cultural. Y como todo rasgo cultural es transmitido de unas generaciones a otras por medio de la enculturación. Durante nuestros primeros años de vida tenemos miedo a muchos peligros, pero no a la muerte. No figura en nuestro repertorio biológico. El miedo a la muerte aparece con la consciencia. Y la consciencia es el polo opuesto de la muerte. Cuando desaparece la consciencia, la certeza de la muerte también lo hace. Y por ende, también el miedo a morir. En los últimos años de vida, si hemos vivido plenamente, nos vamos sumergiendo en una nebulosa similar a la que nos baña durante los primeros años de vida. Esa nebulosa es consecuencia de la desaparición progresiva de la consciencia. Cuando finalmente llega la muerte física, la consciencia hace tiempo que nos ha abandonado y por tanto, también el miedo a morir. Es natural sentir temor a una muerte prematura, de otro modo estaríamos expuestos a múltiples peligros, pero pensar que el final de nuestros días va a ser algo terrible es absurdo. La experiencia próxima a la muerte es algo parecido a un letargo que puede ser placentero si hemos vivido con plenitud y dejamos que los ciclos se sucedan con naturalidad. Por el contrario, el miedo a la muerte es fruto del remordimiento de no haber aprovechado la vida.

22/12/11

Por qué no se extinguen los feos

Es una pregunta que muchos nos hemos hecho alguna vez. Por qué no se extinguen los feos si todo juega en su contra en nuestras sociedades materialistas que benefician la competitividad social. ¿Acaso no sería normal que ya hubieran desaparecido extinguidos sin dejar descendencia? Lo que sucede es que la fealdad es una subjetividad, en primer lugar. Lo que para unos es feo, para otros es lo contrario. De hecho, las modas hacen que cambien los cánones de belleza con el paso del tiempo. Pero hay un motivo de mayor importancia para la evolución. Y es que la fealdad o los defectos de un individuo se pueden combinar con los defectos opuestos de otro individuo del sexo opuesto y engendrar descendientes que superen los defectos de sus padres. Por ejemplo, un hombre con la nariz pronunciada puede juntarse con una mujer de nariz achatada y tener un hijo con la nariz 'normal' según los cánones sociales. Es normal observar parejas cuyas características más negativas parecen ser opuestas. En cambio, los rasgos considerados como 'bellos', siempre según la sociedad, tienden a ser conservados, juntándose con alguien que posea los mismos rasgos. Por ejemplo, los ojos azules presentes en ambos. Por último hay que señalar los aislamientos ecológicos. Cuando una población permanece aislada de su entorno tiende a conservar ciertos rasgos con el paso de las generaciones. Esos rasgos pueden resultar 'feos' para los habitantes de otras zonas donde el intercambio es frecuente.

21/12/11

Ángeles y demonios

Para el profano quizá resulte inexplicable la metáfora del ángel y el demonio vislumbrados desde la religión bajo distintos rostros. Para los que creen literalmente las escrituras representan entidades espirituales. Pero para el resto de la gente solo representan un mito sin mayor transcendencia. Sin embargo habría que sumergirse en las teorías del psicoanálisis para descubrir el verdadero rostro de nuestros ángeles y demonios. El demonio representa el egoísmo, el ángel el altruismo. Ambos constituyen los dos extremos en las decisiones que tomamos a diario. Pensar en nosotros o en los demás. El demonio es el ello freudiano, el instinto de supervivencia trasladado a la vida en sociedad. Está guiado principalmente por el tronco cerebral, la parte menos evolucionada de nuestro encéfalo, la encargada de nuestra supervivencia. El ángel es super yo de freud, la renuncia a los propios placeres en favor de la tribu. El demonio viene programado casi totalmente de forma innata, mientras que el ángel hay que programarlo en sociedad. Hay que decirle lo que está bien. La sabiduría popular ha mitificado ambas conductas de forma plausible, con símbolos extremos y fáciles de identificar.

20/12/11

Senderos de lo posible

Ante ti se extiende todo el futuro, lleno de promesas y sueños. Atrás quedaron los miedos y las dudas, los recelos y los complejos. Pero a tu lado se encuentra el peligro. Un paso en falso y caerás por el precipicio al abismo infinito. La vida es así tanto en lo terrenal como en lo espiritual. Los senderos de lo posible se tienden sobre terrenos peligrosos. Si aprendemos a transitar por ellos no correremos peligro, pero si nos adentramos en las zonas inexploradas podemos tener problemas. Somos capaces de viajar por las grandes capitales del mundo por rutas aéreas o terrestres con total seguridad. Sin embargo, somos incapaces de atravesar esos pequeños barrios que se encuentran en nuestra misma ciudad, conscientes de su peligro. La seguridad no es zonal sino vial. No es estática, sino dinámica. No es sincrónica, sino diacrónica. Y nuestra mente convive con ello casi sin darse cuenta. Aprende a reconocer los senderos de lo posible y a transitar por ellos cuidando de no dar un paso hacia el vacío.

18/12/11

La ruta del bakalao

La 'Ruta del bakalao' fue una zona de marcha de Valencia que tuvo su auge desde finales de los ochenta hasta mediados los noventa. Se trataba de un recorrido que partía de la capital del Turia hacia la carretera del Saler, en cuyo recorrido se encontraban numerosas discotecas en las que se empezó a pinchar estilos importados principalmente del norte de Europa. Esos estilos como el techno o el hardcore tuvieron su reflejo en España con lo que vino a llamarse Máquina o Bakalao. La transición había quedado atrás, mientras Madrid y Barcelona ya llevaban una década larga de movida y desarrollo cultural, Valencia permanecía a la zaga. Aprovechando el vacío legal producido por la desaparición de las leyes franquistas, un grupo de empresarios creó esta ruta con discotecas como ACTV, Chocolate, Spook fáctory, Barraca o Espiral. La máxima expresión de esta nueva movida valenciana consistía en recorrer todas las discotecas en setenta y dos horas sin dormir. Para ello, claro, había que recurrir a drogas como el speed, la coca o el éxtasis. Fue una época de drogas, música psicodélica y desfase juvenil, donde no faltaban accidentes y sobredosis, pero que consiguió situar a Valencia en el mapa del desarrollo cultural español.

17/12/11

Salamanca, la ciudad dorada

Salamanca es única por múltiples motivos. Es única por tener dos catedrales bien conservadas, una románica, otra gótica. Es única por constituirse en la sede de una de las primeras universidades españolas de gran prestigio. Es única por disponer un patrimonio monumental que abarca desde la época romana hasta la contemporánea, pasando por el románico, gótico, plateresco, barroco, churrigueresco. Tiene uno de los cascos antiguos más repletos de monumentos de toda España. También destaca su gastronomía, donde los jamones y embutidos ibéricos tienen un papel protagonista. O quizá podríamos quedarnos con su fiesta nocturna, siempre coloreada por el ambiente universitario y el abundante turismo. Salamanca es ante todo la ciudad dorada, construida con la piedra arenisca extraída del vecino Villamayor. Piedra blancuzca que al oxidarse se torna dorada y le confiere el característico color que le da un encanto incomparable y que la hace única.

15/12/11

No te rindas

Dicen que la vida es eso que transcurre mientras nos empeñamos en hacer planes. Es cierto que el camino suele estar atestado de obstáculos que dificultan nuestro camino, incluso hasta el punto de hacernos cambiar de  objetivos. Pero ningún obstáculo es mayor que nuestra propia mente. Si nos rendimos ante la primera dificultad jamás llegaremos a nuestro destino. Elige bien tu meta, revísala cuantas veces debas, pero una vez elegida, no desfallezcas hasta alcanzarla. Los éxitos solo llegan a aquellos que permanecen constantes. Escuché una vez que la constancia es la única virtud que le falta al hombre para ser perfecto. Muchas personas se lamentarían si supieran lo cerca que han estado de alcanzar sus sueños, antes de rendirse. Por eso, pase lo que pase. No te rindas.

12/12/11

Quiero seguir contigo II



     Pasaron los días y él intentó borrar de su mente cuanto había sucedido durante el viaje. Contestó a sus mensajes con evasivas, tratando de ganar tiempo. Creyó que la distancia espacial y temporal serviría para olvidarla. Pero la memoria era rebelde. Se dio cuenta de que algo había cambiado dentro de él y no podría ocultarlo por mucho tiempo. Conforme pasaba el tiempo una idea en su mente iba tomando fuerza: Tal vez aquello no hubiera sucedido por casualidad.
     ¿Y si ese viaje no hubiera sido casualidad? ¿Acaso no lo había elegido él voluntariamente? ¿No había sido él quien había ido abriendo todas las puertas que le habían conducido directamente hasta ella?
     Cuando llevaba un mes sin verla tenía dos cosas claras. Una era que deseaba volver a verla con todas sus fuerzas. La otra era que no quería seguir viviendo en una mentira. Pero la mentira no era lo sucedido durante el viaje.
     La mentira era su matrimonio.
    Así que se apuntó a otro viaje para volver a verla. Ese fue el detonante que prendió la mecha de la relación. Todo saltó por los aires. ¿Te vas a ir otra vez? Sí, me he apuntado voluntario. Si tienes tantas ganas de irte podía quedarte allí. Pues a lo mejor lo hago. Pues a lo mejor pierdes todo lo que tienes. Tal vez tenga más que ganar allí. Ah, que hay otra. Creo que solo hay una y no está aquí. Pues vete con ella pero no vuelvas. No te preocupes por eso.
    Fue como si ambos hubieran estado esperando una escusa para romper aquella relación llena de mentiras.

* * *

     Después de un mes de evasivas y respuestas frías lo que menos esperaba era encontrárselo allí, a pocos metros de donde se conocieron. Al verlo se quedó paralizada durante el primer segundo, al siguiente se había lanzado a abrazarlo. Así estuvieron un buen rato, dejando que las sensaciones hablaran por ellos.
     _Pero qué ha pasado. ¿Por qué no me has contestado?
     _No podía... Estaba... poniendo en orden mis ideas.
     _Pensé que no volvería a verte.
     _Y yo pensé que podría hacerlo.
     _¿Qué vas a hacer?
     _Estoy negociando con la empresa para quedarme esta zona. Si me la dan me vengo a vivir por aquí.
     _¿De verdad? Ojalá te la den.
     _Creo que no habrá problema. Ahora mismo no hay nadie que la esté llevando. Por eso la estaba haciendo yo.
     _¿Has venido por mí?
     _Pues claro. Estoy seguro de lo que hago. Ya sé que solo nos conocemos de unos pocos días. Pero esos días fueron intensos. Hay parejas que llevan juntas años y no llegan a conocerse tanto como nosotros.
     _He pensado una cosa. No tienes que preocuparte por buscar casa. Te puedes venir a mi piso.

* * *

     A él le dieron la zona que había pedido. Se fue a vivir con ella mientras terminaba de formalizar la ruptura con su ex. Y no diremos que todo fue un camino de rosas, pero sí que fueron felices, que se querían de verdad y que él no lamentó en ningún momento la decisión que había tomado.


La mansión abandonada

En las afueras de las grandes ciudades abundan las casas abandonadas por sus moradores. Moradas que un día fueron suntuosas mansiones ajardinadas y que hoy exhiben muestras de haber permanecido abandonadas durante décadas. Sus paredes comienzan a desgajarse, los muros son devorados por plantas predadoras, los ornamentos quedan desnudos del brillo de antaño. Es cuando te preguntas qué obligó a sus habitantes a abandonar aquella fastuosa mansión. Una mezcla de nostalgia y temor te invade al elucubrar sobre los terribles acontecimientos que tal vez vivieron en su interior. Esos muros parecen hablar por sí solos. Nadie abandona una mansión si no es por un buen motivo.

11/12/11

Quiero seguir contigo I


     Todo había empezado como un juego para él. Estaba de viaje de negocios y la soledad le hizo acercarse a ella casi sin darse cuenta. Llevaba una semana fuera y aún tendría que permanecer otra más hasta completar las visitas que tenía encomendadas por su empresa. Una semana fuera de casa le parecía una eternidad. Dos, el infierno.
     Cuando quiso darse cuenta estaba tomando un café con una chica lo suficiente bonita como para hacerle olvidar a la que lo estaba esperando. Todo había comenzado en un restaurante, mientras él digería su soledad. Allí estaba ella insinuándose con sutileza pero sin dejar lugar a dudas. La distancia espacial y temporal hacían que la soledad tomara cuerpo. Que cristalizase y se tornara espesa e insoportable.
     En apenas unas horas ambos se habían dejado arrastrar por una fuerza irracional, imposible de frenar. Se vieron a la mañana siguiente y esa tarde, y al día siguiente y todos los días siguientes. Hasta que comenzaron a despojarse de la máscara que hace a todo parecer perfecto.
     _Tengo que parar esto. No voy a poder seguir haciéndolo _dijo él.
     _Tenía miedo de que acabaras diciendo eso.
     _No quiero hacerte daño... pero esto se me está yendo de las manos.
     _Ya. Supongo que quieres decir... más daño. Más daño del que me estás haciendo.
     _Pensé que iba a ser solo un juego...
     _Estas casado ¿no?
     _Sí.
     _¿Desde cuándo?
     _Vamos, qué importa eso ahora.
     _Hemos compartido casi cien horas en apenas una semana. Tengo derecho a saberlo ¿no?
     _Está bien. Desde hace dos años.
     _¿Hijos?
     _No.
     _¿Cuánto lleváis juntos?
     _Seis años. Cuatro de novios y dos casados.
     _Y por lo que dices... no tienes intención de dejarla.
     _No puedo hacerlo. Se moriría.
     _Claro. Siempre es mejor que me muera yo.
     _No estoy diciendo eso.
     _No... te preocupes. Entiendo lo que quieres decir. Está bien. No me importa. Quiero seguir contigo.
     _No te... ¿No me has entendido? He dicho...
     _He escuchado perfectamente. Y yo te digo que quiero seguir contigo. Aunque vuelvas con ella. Da igual. Ven a verme cuando puedas y yo iré a verte cuando puedas.
     _Estás loca. No...
     _Haberlo pensado antes de hacerme creer que eras el hombre de mi vida.
     Aquello lo removió por dentro. No esperaba que aquella chica frágil mostrara su amor incondicional. Estaba dispuesta a compartirlo con tal de no perderlo. Tal vez tenía que replantearse sus prioridades.
     _Estas cosas no suelen salir bien.
     _Es hora de ser valiente. Yo te lo estoy dando todo. Solo te pido que tú me des algo a cambio.
     _Hoy estoy demasiado aturdido para contestarte. Déjame pensarlo y mañana te contesto.
     Podían pasar muchas cosas. Él podía decirle que no quería seguir con el engaño, volver a su casa con su esposa y no volver a saber nada de ella. Otra opción era continuar con la farsa, como quería ella y esperar a que un día su mujer se enterase. Y otra opción era ser valiente y decirle a su mujer que había encontrado a alguien que lo quería más que ella. Pero ¿qué haría?


Continúa en Quiero seguir contigo

Tal vez el raro sea yo

Recuerdo bastantes ocasiones en las que me he visto discrepando con el común de los que me rodeaban, especialmente en la época de colegial. De alguna forma yo solía ser el elemento discrepante, la china en el zapato de aquellos que gustan de organizar linchamientos. La ocasión más evidente y más extraña sucedió un día a la entrada al colegio, en el turno de tarde. A esas horas solía haber siempre una o varias peleas infantiles con sus correspondientes corros de curiosos y jaleadores. Cuando llegué ya estaba iniciada.
En seguida vi a los que estaban repartiéndose puñetazos. Uno era el chico nuevo de la clase, un repetidor. El otro me era más conocido, el matón de la clase, con quien yo mismo había tenido varios encontronazos. Allí estaban repartiendo estopa.
La pelea terminó con el inesperado resultado de que el repetidor untó el morro al matón. Entonces comenzó la infamia. Las decenas de aduladores que habían rendido pleitesía durante meses al matón, se marchaban coreando y jaleando al repetidor. Su nuevo líder.
El matón se quedó solo, con dos lagrimones resbalando por el rostro.
Aquella escena me produjo repugnancia. Ya se había llevado la humillación de verse reducido por otro contendiente. No era necesario someterlo a más desprecio. Así que me quedé con él. Tal vez el raro sea yo. Pero no soportaba tanta hipocresía. El matón y yo nos estábamos retando constantemente y muchas llegábamos a los puños, pero no por eso sentía la necesidad de hundirlo.
Creo que algo dentro de mí me decía que hay que estar del lado de los débiles. Y en aquel instante, el matón se había convertido en el débil.


6/12/11

Millones de años la contemplan

Tan interesantes como desagradables, las cucarachas son supervivientes de la evolución. Han visto aparecer y desaparecer especies y familias de especies. Cuando los dinosaurios aprendieron a caminar, ellas ya llevaban millones de años de ventaja. Y cuando llegó el hombre para comerse el mundo, ellas ya se lo habían comido varias veces. Son extremadamente resistentes a las infecciones, a los ataques de otros predadores. Incluso se dice que podrían ser las únicas supervivientes en una explosión nuclear. Con una alta capacidad reproductiva se convierten en el quebradero de cabeza de los habitantes de las ciudades, donde campan en busca de residuos orgánicos. Es ese hábito el que las ha convertido en las más odiadas de las criaturas naturales, pues su imagen no es muy diferente de la de escarabajos o grillos. Sin embargo, estos últimos no cuentan con el mismo desprecio que sus primas evolutivas. Son tan insidiosas que quizá el único consuelo que queda es que toda esa capacidad de supervivencia queda reducida a la nada ante la majestuosidad implacable de un pisotón certero.

No puedo con mi vida

No puedo con mi vida. Esta mañana no encontraba una corbata a juego con el traje de Brioni hecho a medida. Al final he tenido que ponerme otro traje seis mil euros más barato. Luego, el chófer se ha retrasado en un maldito atasco formado por catetos trabajadores que parecen ponerse de acuerdo para colapsar la autopista. He llegado por los pelos a coger el avión y la inútil de la azafata no se creía que tuviera billete en primera y me ha hecho rebuscarlo en el equipaje. Pero claro, con un traje de menos apenas cien mil euros no me extraña. Sabía que tendría problemas. Una vez en New York he tenido que aguantar una soporífera presentación comercial en el Financial Center y luego correr para llegar a tiempo para la recepción con el embajador. Me he ido al restaurante Heaven para olvidar las penas, donde ponen unas perdices deliciosas, pero lamentablemente no les ha salido la salsa de arándanos como otras veces. Y no tenían el Cavalli de dos mil siete que me pusieron la última vez. Para colmo de los colmos, en el hotel he tenido que conformarme con una habitación sin vistas al Central Park. No sé qué me pasa hoy. De verdad, que no puedo con mi vida...jo.

5/12/11

Maltratadores


Los maltratadores son débiles. Son criaturas débiles de mente y espíritu. Tratan de redimir su debilidad descargando su complejo de inferioridad contra alguien más débil físicamente. Saben que son diminutos en todo menos en eso, sometiendo a alguien más débil. Por eso lo hacen, porque es la única puerta abierta que les queda para sentir algo parecido a la realización. No han alcanzado el éxito en ninguno de sus proyectos. No son admirados por nada de lo que hacen. No son grandes en nada. Pero sus manos pueden hacer que alguien se sienta más débil que ellos, más pequeño, más pequeña. Los maltratadores serían dignos de lástima si no fuera por que dejan tras de sí víctimas incautas. El terror es el arma de los débiles y los maltratadores se saben débiles. Por ello enarbolan el único trofeo que cosecharán en sus patéticas vidas.

4/12/11

Los amigos de mis amigas son mis enemigos

Recuerdo cuando me encontraba luchando para salir de la adolescencia tardía. Esa época horrible en la que aún no has encontrado tu lugar en el mundo. Salía con un grupo de chicos y chicas. Pero la mayoría buscábamos pareja fuera del grupo. Fue cuando extrañamente comenzaron a aparecerme los primeros ataques de celos. Sí, ya sé que es absurdo sentir celos por una amiga. Pero era así. De algún modo las quería a todas para mí. Era lamentable ver a chicas que valían la pena con imbéciles que solo buscaban una muesca en su revolver. Pero con la madurez aprendí a aceptarlo, si ese era el deseo de ellas.

3/12/11

Por qué lo llaman sexo cuando quieren decir amor

Sepan vuestras mercedes que el sexo es el último recurso de quien no obtiene afecto. En nuestras sociedades está mal visto que un hombre hecho y derecho reconozca la falta de "mimitos", así que nos hemos dotado de esa bravuconería que nos lleva a decir que queremos "echar un buen revolcón". Pero en realidad creo que el sexo constituye una dosis concentrada de afecto. La prueba está en que los que más sexo demandan suelen ser personas necesitadas de calor y afecto. Ese sexo constituye una sobredosis de afecto, un chute de amor concentrado que suple toda la abstinencia afectiva de los últimos días.

2/12/11

El radar de tráfico

_Ya lo he solucionado todo.
_¿De qué hablas?
_De lo de mi carné de conducir.
_Sigo sin saber de qué me hablas.
_¿No te dije que me quitaron los puntos?
_No ¿cuántos?
_Todos.
_¿Te han quitado todos los puntos? ¿Qué has hecho?
_Exceso de velocidad.
_Ah. Entonces ¿lo has solucionado?
_Sí. Completamente.
_Has hecho el curso para recuperar los puntos ¿no?
_No, no me refiero a eso.
_Entonces...
_He reventado el radar. Ya no me volverán a multar más.

Estoicos y epicúreos

Siempre he dicho que hay dos formas de obtener placer, una es correr a buscarlo, la otra es trabajar para que venga a ti. Esas dos filosofías encarnadas en el epicureísmo y el estoicismo, son diametralmente opuestas en cuanto a medios, pero similares en cuanto a fines. El estoico es el que se sacrifica mientras el epicúreo se procura placeres. Pero hay algo más importante por encima de todo ello, que es la ley del equilibrio; aquello que en las religiones originarias de la India se conoce como Kharma. Según esta ley, si buscamos el placer por la vía directa, la vida nos hará pagar con sacrificios ulteriores. Por el contrario, si nos sacrificamos activamente, el placer vendrá solo. La cuestión es que la primera parte de la ecuación la controlamos nosotros, la otra mitad, el destino. Si nos lanzamos al placer no podremos controlar la contrapartida que el destino nos aguardará. Por el contrario, si nos sacrificamos, la gratificación procederá del destino, pero siempre será favorable. Son dos formas de afrontar la vida, guardar ahorros de esfuerzo para obtener réditos placenteros o despilfarrar en placeres y luego pagar las deudas con intereses.

1/12/11

El tonto de la carretera

Llegó con un ansia desmedida hasta mi posición. Frenó en el último instante, cuando descubrió que no podía atravesarme cual espectro sobrehumano. Veía su rostro compungido por el retrovisor. Dos carriles y los dos atestados de inoportunos conductores que decidieron salir a la misma hora que él del laborío. Con actitud desafiante aproximaba una y otra vez su carruaje mediante amagos dignos de ariete. Al comprender que no podría apartar por la fuerza tantas cabalgaduras juntas emprendió una alocada carrera adelantando con fulgor cuando el espacio apenas se lo permitía. Logró situarse ante mis rocines con gran esfuerzo y al fin pudo diluir el ácido de su estómago. Pero, oh, qué diantres. No puede ser. Allá a lo lejos un terrible artefacto luminoso indica a todos que han de detener sus monturas. La alcalinidad desaparece de la boca de su estómago y el rostro se le agria aún más. Prosigue su alocada marcha, pero por más que lo intenta, no logra desembarazarse de aquellos taciturnos cocheros. Por más que ponga a prueba la manada de caballos, no logra adelantar a nadie. Se bebe su orgullo maltrecho, contiene una lágrima y levanta las espuelas del acelerador. Hoy no es su día. Ha descubierto que su brío es inútil en un camino regulado por tediosas leyes humanas.

Tempus omnia potest

Alguna vez he comparado al tiempo con el mismísimo Dios, en el marco de una conversación trascendente y haciendo un uso retórico de la sinécdoque. Obviamente el tiempo no puede ser más que una parte de ese todo que llamamos Dios o como queramos llamarlo cuando así no lo llamamos. El argumento era sugerente. ¿Quién o qué puede conseguir que todo lo imaginable o lo inimaginable se haga realidad? ¿Quién puede apagar una estrella para siempre? ¿Quién puede crear al Universo y hacerlo crecer? ¿Quién puede hacer que cualquiera de nosotros crezca y se convierta en una persona nueva? ¿Quién puede con todo? Ese alguien, ese algo es el tiempo. El tiempo puede con todo. El tiempo es capaz de contemplar el alba y el ocaso de una civilización, la muerte de una galaxia, el éxito del hombre. Solo el tiempo es capaz de transformarlo todo, de cambiar todo cuanto damos por eterno. Porque incluso la eternidad es demasiado breve para un coloso como el tiempo.