Los mapas del mundo

Los humanos estamos acostumbrados a representar el mundo mediante dos tipos de mapas. Los mapas físicos nos muestran la obra de la naturaleza, la belleza de los ríos, las cordilleras o los mares. Los mapas políticos representan la obra humana con sus divisiones de poder y las ciudades como centros de poder. El mapa se ha convertido en un fetiche que incita a cambiar el mundo para que cambie ese mapa. Muchos gobernantes sienten angustia al contemplar en un mapa cómo le han arrebatado una porción de tierra a lo que consideran su patria. Pensemos en el poder psicológico de exclaves como Kaliningrado, empotrados en el mapa. No existe otra época de mayor fervor cartográfico que la guerra fría, culmen de la geopolítica mundial. Durante este periodo se representaban los movimientos del bloque sinosoviético en relación con el occidental. Brzezinski lo llamó el Gran Tablero, por su similitud con las estrategias del ajedrez. Tal vez los mapas solo representen la realidad o tal vez contribuyan a crear esa realidad a través de las mentes embriagadas de poder.