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30/9/11

Yo soy una antena

Yo soy una antena, un conductor, un cable que conecta la realidad trascendente y la intrascendente, la mía y la tuya. Soy el aguador que te vierte el agua, el manantial del que bebes, la fuente en la que calmas tu sed. Yo soy toda la esperanza que te queda, soy tu solución, tu salvador. Yo conecto los mundos, el mundo de mi sustancialidad y el de tu banalidad. Sin mí no existirías salvo como objeto, como vegetal, como bestia. Yo soy el alma que te ilumina, la luz que te alumbra, la chispa que te enciende. Existe un mundo donde está lo importante y yo soy la puerta que te conecta a él. Si me cierro, opaco tus ojos, cierro tu mente, nublo tus sentidos. Sin mí no eres nada, gracias a mí eres persona. Dame tu mano y te abriré el mundo de la sabiduría. Dame la espalda y solo verás la sombra de tu imbecilidad. Tú eres un simple ser irrelevante, yo soy una excepción irrepetible. Tú eres un individuo insignificante, yo tu mesías. Desde tu absurda necedad mancillas mi nombre, sin saber que al hacerlo incrementas tu estupidez.

Granada, la norteña del sur

Siempre he dicho que Granada es una ciudad del sur español que recuerda al norte. El norte suele estar asociado al verde, al agua generosa, a la sombra de grandes cumbres, a la humedad perenne. Granada lo tiene todo. Y no solo eso, claro. Granada no vive al norte de los Pirineos ni de la cordillera Cantábrica, pero sí vive junto a la colosal Sierra Nevada, lo cual otorga a gran parte de su provincia un carácter típicamente norteño. Granada fue capital ayer y bien podría serlo hoy. Fue el último vestigio del esplendor musulmán en España y cuna de la convivencia entre judíos, musulmanes y cristianos. Por las calles de su capital se respira un aire de paz y sabiduría milenaria inenarrable. Todas las ciudades que miran más allá tienen esa naturaleza enigmática que nos hace ver que tras sus paredes, bajo sus suelos, esconde mucho más de lo que a simple vista se ve. Granada es una atalaya, que mira al sur y al norte, a África y a Europa. Esa postura le otorga una visión global del mundo que pocos lugares tienen. Granada pertenece a ese conjunto de ciudades que están llamadas a perdurar en el tiempo, ciudades como Estambul, Roma, Alejandría. Ciudades que fueron y que serán referentes intelectuales para quienes quieran evitar los errores históricos del pasado y construir un mundo en paz.

Neturei Karta, judios ortodoxos contra el sionismo

Del axioma que dice que en esta vida "no todo es blanco o negro" dan buena cuenta un grupo de judíos ortodoxos establecidos fundamentalmente en la ciudad de Jerusalem conocidos como Neturei Karta, que en arameo significa "los Guardianes de la Ciudad". Este grupo es contrario no solo al sionismo sino incluso a la propia existencia del estado de Israel. Fundamentan sus tesis en la literatura rabínica en la que se asegura que el pueblo judío fue expulsado de Israel por sus pecados y tendrán que aguardar a la llegada del Mesías. Al margen de sus creencias, lo cierto es que este grupo desciende de judíos húngaros establecidos en Jerusalem desde el siglo XIX. Durante casi dos siglos han convivido de forma pacífica con los habitantes autóctonos de la región de Palestina antes y después de la creación del Estado de Israel y han mostrado su rechazo a la llegada masiva de judíos de todo el mundo y a la expulsión de los palestinos de sus tierras. Constituyen una minoría dentro de Israel, pero su carácter ortodoxo les otorga un estatus diferencial que pone de relieve la esperanza de que algún día los pueblos judío y palestino convivan pacíficamente dentro de uno o de dos Estados. Lo dicho, no todo es blanco o negro.

Un juego peligroso IV



Viene de Un juego peligroso III

     _¿Ese eres tú? XD. Jajajajajajajajajajajajajaja
     _Sí. No hace falta que hagas leña del árbol caído, sabes.
     _¿Cuéntame? ¿A qué te dedicas? ¿Cuántos años tienes? ¿Dónde vives? etc. Y procura ser convincente.
     _Bueno, ya puedes verlo con tus ojos. Tengo cuarenta y dos, soy camarero, vivo en Valencia y no sé qué más quieres saber. La verdad habla por sí sola.
     _Entonces no me dijiste ni una sola verdad ¿no? Lo de piloto no fue creíble, sabes. Tenías que haber dicho algo más normal, contable, profesor o algo así. Empecé a desconfiar cuando me lo dijiste.
     _A las chicas le gustan los pilotos.
     _Tú no sabes mucho de chicas. Al menos, de chicas como yo.
     _Bueno, puedes humillarme todo lo que quieras.
     _Bueno, eres tú el que chantajea a las chicas para conseguir fotos guarrillas. Ahora deja que me divierta yo.  ¿De cuántas chicas tenías fotos en ese ordenador?
     _De siete, exactamente. Pero nunca he hecho públicas las fotos de ninguna. Solo lo digo para que me manden más.
     _Claro. Y funciona. ¿Verdad?
     _Suele funcionar bastantes veces. Pero no siempre.
     _La personas queremos guardar nuestra privacidad para quien queramos. No deberías chantajear a nadie para que se preste a tus juegos sucios.
     _Ya te digo que nunca he difundido nunca las fotos de nadie.
     _Pero eso no importa. Tú haces que te entreguen su intimidad por la fuerza. Es una especie de violación. ¿Eres capaz de imaginar lo que se siente cuando te violentan?
     _No era mi intención. Yo solo quería vivir una historia virtual con una chica guapa. Fantasear.
     _Y por qué no buscas a una dando la cara y diciendo quién eres de verdad.
     _Con este físico dónde quieres que busque. Siempre empieza todo maravilloso, bonitas palabras, promesas, incluso me dicen que me quieren antes de verme. Pero enciendo la webcam y desaparecen. Como si se las hubiese tragado la tierra. Con este cuerpo de ciento treinta kilos no voy a encontrar jamás novia. Entiéndelo.
     _Y cometiendo delitos lo único que vas a encontrar es la cárcel. Tal vez allí encuentres tema.
     _¿Vas a retirar los cargos? Ya ves que no soy ningún delincuente ni un perturbado.
     _Sí, voy a retirarlos, pero como me entere de que lo sigues haciendo volveré a denunciarte. Y esta vez llegaré hasta las últimas consecuencias.
     _Muchas gracias. No volverás a saber de mí. Puedes confiar. No quiero volver a pasar por esto. Gracias de nuevo por evitarme la cárcel.
     _No hay de qué. Bastante tienes con mirarte al espejo cada día.
     _¿Lo ves? Los gordos como yo somos repugnantes para las chicas como tú.
     _No. No hablaba del físico. Hablaba de mirarte al espejo y ver la persona en que te has convertido.

27/9/11

Un juego peligroso III



Viene de Un juego peligroso III


     _Bueno, la verdad es que las fotos que viste no eran mías.
     _Ya. Ahora dices eso para que no las difunda. No cuela, guapo.
     _Si quieres, puedes buscarlas en la dirección http://*******.com y verás que son fotos de un actor australiano. Muy guapo, por cierto. No soy yo.
     _[...] Eres un hijo de puta. Como difundas las fotos te vas a enterar.
     _Esto no tiene que pasar. Solo tienes que enviarme fotos más calentitas que las últimas y ya está. Te prometo que serán solo para mí.
     _[...]
     _¿Sigues ahí?
     _[...]
     _¿Es que no has entendido lo que te he dicho? Como no me contestes difundo tus fotos.
     _[...]
     _Muy bien, es el último aviso. ¿No dices nada?
     _[...]

* * *

     _¿Por qué me has hecho esto? Esta mañana ha venido la policía y me ha vaciado el ordenador y se han llevado todos mis discos. ¿Por qué me has denunciado? Ahora tendré que ir a juicio y puedo ir incluso a la cárcel. Retira la denuncia, por favor. Yo solo quería verte porque me gustas.
     _Tú empezaste el juego.
     _Si quieres te pago. No tengo mucho dinero, pero te daré lo que quieras. Tienes que retirar la denuncia, por favor. Si se entera mi madre se va a llevar un disgusto terrible. Te lo suplico.
     _No quiero tu dinero, puto pervertido. Te la vas a machacar con otra.
     _Lo siento de verdad, me enamoré de ti con solo verte. Puedes pedirme lo que quieras.
     _Solo quiero una cosa.
     _Lo que sea.
     _Dime quién eres de verdad. Conecta una webcam y dime quién eres, cómo te llamas, dónde trabajas y todo. Y tal vez retire los cargos.
     _[...] Vale. Ya puedes conectarte.


Continúa en Un juego peligroso IV


26/9/11

Gracias por existir

Quiero darte las gracias por existir. Por haber aparecido en mi vida, por llenar el muro de mi face de belleza y sonrisas, por darme tu amistad y por hacerme sentir merecedor de ella y sobre todo, por no pedirme nada a cambio. Si no existieras alguien debiera inventarte. Personas como tú son las que hacen que la vida tenga sentido, que nos olvidemos de todo lo negativo que tiene el resto del mundo. Gracias mil por existir.

Larga y dura

Siempre he dicho que la vida es lo suficientemente larga como para que una persona se reinvente. Para que aprenda de los errores del pasado, para que vuelva a cometerlos o para que se convierta en una persona nueva. La vida da tiempo suficiente como para destruir la vida o para reconstruirla. Para convertirte en un tirano, un santo, un genio o un cretino. Creo que la vida es justa en sentido estricto, con perspectiva global. Unas personas pasan media vida cometiendo errores y otra media enmendándolos. Otras pasan media vida sacrificándose y otra media disfrutando de lo logrado. La vida tiende a equilibrar el balance hacia el final de los días. Las piedras lanzadas caen sobre nuestro tejado. Los regalos son devueltos, las deudas saldadas, las venganzas cobradas, los odios respondidos, los amores correspondidos, los intereses obtenidos, los trabajos concluidos y la paciencia satisfecha. La vida te devuelve lo que le das.

25/9/11

Un juego peligroso II

     _Hola, Gisela ¿Te llegaron las fotos?
     _Hola, Mikel. Sí, no sabía que eras rubio. Te imaginaba moreno. Eres muy guapo. Solo me has enviado una en el avión ¿no tienes más? Ni siquiera se te ve.
     _Ya te dije que no es fácil hacer fotos. Esa la saqué sin permiso. Podrían despedirme si me pillan.
     _Vale, no importa. Te acabo de mandar cinco fotos a tu mail. Espero que te gusten.
     _Muchas gracias. Ahora las veo. ¿Te gustaron las demás fotos?
     _Claro. Eres muy sexy. Me gusta esa en la que enseñas el torso y el tatuaje de la ingle.
     _Tengo aún más atrevidas. Ya te iré mandando alguna. Ahora voy a ver las tuyas.

* * *

     _¡¡¡Uaaaauuuu!!! Eres un bombón. Sabía que no me ibas a decepcionar. Tienes un cuerpo de escándalo. Por favor, tienes que enviarme más. Me vuelves loco. Eres una diosa.
     _Bueno, tú primero. Cuéntame cosas sobre ti. Quiero saber algo más.
     _Pues no sé qué decirte más. Cuando no estoy en el curro salgo con mis amigos por la zona del Puerto o por el centro de Alicante. A veces vamos a Valencia.
     _Ah ¿sí? ¿Por dónde sales?
     _Por las discotecas de la costa. Ahora no recuerdo cómo se llaman. Hace ya que no voy, pero me lo pasé muy bien.
     _¿Tienes novia?
     _No, claro. Yo no soy así. Si tuviera novia no estaría enviándote fotos ni chateando siquiera contigo.
     _Eso está bien. ¿Has tenido alguna vez?
     _Sí.
     _¿Cuánto hace?
     _Dos años.
     _Y ¿qué pasó?
     _[...] Pues eso quisiera saber yo. Simplemente me dejó.
     _Pero ¿llevabais mucho?
     _Dos años.
     _Bueno, ya verás como encuentras otra. Eres muy guapo. ¿No has encontrado a nadie en este tiempo?
     _Bueno, rollitos y eso. Pero poca cosa. Pero yo a quien quiero encontrar es a ti.
     _¿Te parece bien si quedamos un día para tomar algo?
     _Sí, claro. Estoy un poco liado. Pero con tal de verte lo que haga falta. ¿Pero me vas a enviar más fotos?
     _Sí, pero tú también ¿vale? Mañana hablamos más. Un beso.

* * *

     _Gracias por las fotos. Tienes que enviarme más, por favor. Esto se pone interesante. ¿Quién es la de la foto que está contigo? ¿Es una amiga?
     _Es mi hermana. Tiene un año menos. ¿Te gusta?
     _Claro, está buenísima. Pero tú me gustas aún más. ¿Recibiste mis fotos?
     _Sí. No sabía que me ibas a enviar fotos desnudo y haciendo eso. No sé si nos estamos precipitando. No te conozco lo suficiente.
     _Bueno, ¿qué diferencia hay? Tú me has enviado fotos tuyas en lencería.
     _Ya lo sé, pero lo tuyo es pornografía. No es que no me guste, es que no sé si es el momento. Tal vez más adelante. Yo no he hecho eso nunca.
     _Pues esperaba que me enviaras fotos tuyas haciendo eso mismo.
     _Yo por ahora paso. Tal vez si nos conocemos en persona, nos gustamos y eso. Entonces sí.
     _¿No me vas a enviar fotos desnuda?
     _No.
     _Pues sería una pena que las fotos que me has enviado se difundieran en la red. Ya sabes cómo está eso ahora.
     _Perdona ¿me estás amenazando con publicar las fotos que te he enviado?
     _No, solo te pido que compartamos fotos. Eso es todo.
     _Bueno, tú tienes más que perder. Yo también tengo tus fotos.


Continuará

Tauromaquia, entre la cultura y el negocio

Resulta difícil tomar una postura radical a favor o en contra de una actividad centenaria que está arraigada en la cultura de España y de otros países. Toda actividad cultural tiene unas raíces profundas que parten de una necesidad ancestral cristalizada en forma de tradición. Hubo una época en que los toros salvajes podían resultar peligrosos para los habitantes de los poblados o para sus animales domésticos. Los más valientes del lugar aprendieron a conducirlos hacia recintos cercados engañándolos con trapos o telas. En época de escasez muchos de esos animales acabarían en el plato de decenas de comensales en forma de carne. Esa actividad valiente fue ganando prestigio entre los habitantes de los poblados y fue naciendo la actividad que conocemos hoy. 
En el presente no existe ni el peligro de que estos animales deambulen peligrosamente ni es indispensable su carne como alimento. Sin embargo la tauromaquia cumple otros papeles que dificultan la erradicación de su actividad. Un primer aspecto es el del negocio del que viven miles de personas directa o indirectamente. Un segundo aspecto es el de la cría de estos animales. Si desapareciera la actividad, es probable que la especie animal desapareciera o quedase mermada de forma grave. Dicha especie existe gracias a una dura labor de cría y selección artificial orquestada por los ganaderos que viven de esta actividad. Por tanto, su existencia está unida a la de la tauromaquia. Finalmente existe el factor de identidad cultural de España y otros países. Eliminar una actividad profundamente arraigada supone una suerte de trauma social en una población acostumbrada a convivir con ella aun cuando no sean aficionados habituales. Todos estos son argumentos de peso a favor de la preservación de esta actividad.
Por otro lado, acabar con la vida de cualquier ser vivo por mero espectáculo es algo que debería removernos por dentro. Durante milenios hemos sacrificado animales para eliminar peligros reales y alimentar a la humanidad. Pero a día de hoy los toros ni representan un peligro ni un alimento imprescindible. Por tanto, su sacrificio solo está unido al espectáculo y el negocio taurino. Charles Darwin decía que la compasión era un factor evolutivo en el ser humano, de tal forma que a mayor grado evolutivo mayor era el ámbito de su compasión. Las sociedades poco evolucionadas solo sientes compasión de sus ciudadanos. Aquellas que están más evolucionadas que las anteriores amplían su compasión al resto de seres humanos. Y las que están más evolucionadas aún incluyen al mundo animal en su compasión. Por tanto es de seres civilizados sentir compasión por los animales que sienten dolor y la proximidad de la muerte.
Pienso que la tauromaquia con sacrificio final será considerada en un futuro como una actividad macabra y una aberración del ser humano. Si como hemos dicho, su erradicación traería consecuencias graves tanto para el negocio como para la cultura taurina, habría que pensar en una fórmula de tránsito entre la aprobación y la erradicación. Esa fórmula debiera pasar por sustituir la tortura y el sacrificio por fórmulas alternativas como ya se está experimentando en Estados Unidos. Posteriormente habría que dejar que la población decidiera si esta nueva actividad no letal le resulta de interés o no y, por tanto, dejar en manos de el pueblo el destino de la tauromaquia en lugar de suprimirla por decreto.

24/9/11

Vaya semanita

 
La primera vez que vi un capítulo de la serie de humor "Vaya semanita" pensé que no estaba hecha por vascos. De hecho tuve que verificar los créditos para asegurarme de que era una serie vasca. Tan extendido estaba el estereotipo vasco que había llegado a pensar que carecían por completo de humor. Y es que años de noticiarios saturados de lo que llamamos "el problema vasco"; es decir, el conflicto entre vascos nacionalistas y vascos españolistas dejaron una imagen estereotipada del vasco. Hacía falta que alguien añadiera la nota de humor que le faltaba a este fantástico pueblo. Y fue cuando descubrí la cáustica serie en la que no escatiman a la hora de reírse de ellos mismos y de tratar temas tan controvertidos como la identidad vasca, el terrorismo o las relaciones con el resto de España. Cuando alguien se mira al espejo y sabe reírse de uno mismo es porque ha madurado intelectualmente y se encuentra en disposición de encontrar soluciones donde antes solo encontraba problemas. "Vaya semanita" es una gran serie de humor que no solo ha demostrado que este pueblo tiene sentido del humor sino que además es un humor cáustico, irónico y muy inteligente. En fin, buen humor.

Manolo Caracol II


Viene de Manolo Caracol I

     Manolo había construido el que sería su hogar durante la siguiente etapa de su vida. Animado por las palabras de sus amigos y colaboradores había trazado un plan que consideraba perfecto. Había construido una casa portátil a base de montar un cajón gigante sobre un carro con dos ruedas. Ese cajón tenía unos pequeños ventanucos y varios compartimentos para guardar enseres y víveres. Su plan consistía en llegar a la capital, al mismísimo despacho del ministro que le había negado ayuda. ¡Se iba a enterar! Para ello pensó que no podía viajar en tren o en avión ni alojarse en hoteles. Necesitaría pasar desapercibido. Y qué mejor forma que camuflarse en el interior de un vetusto carro de madera. Durante varias semanas había elaborado los detalles del plan y los había escrito en un cuaderno. El plan consistía en desplazarse por las noches, cuando todo el mundo estuviera durmiendo y en confundirse con la población durante el día para comprar los alimentos que necesitase. Pasaría la mayor parte del tiempo en el interior del cajón que había montado sobre el carro.
     Manolo había despertado en un pequeño poblado a escasos kilómetros de su hogar. Se lamentó de su escasa resistencia. Aquello iba a ser más duro de lo que esperaba. El carro no pesaba excesivamente, pero apoyado sobre dos ruedas y tirado por fuerza humana se hacía incómodo de llevar. De tal forma que se cansaba demasiado pronto. Volvió a despertarse con las voces inconfundibles de niños camino de la escuela.  Algunos incluso dieron pequeños golpes en el carro. Había aparcado el carro en una calle que parecía poco transitada, pero estaba en el camino que iba hacía la escuela. Pensó que tal vez no debía haber tomado aquella decisión. Fue la primera vez que se arrepintió. No sería la única.
     Salió del cajón y decidió ir en busca de comida. Cerró el cajón con un grueso candado y buscó una tienda en aquel pueblo que nunca antes había visitado. Tenía la sensación de estar llamando la atención continuamente. Seguro que aquella gente sabía su plan, pensaba.
     Encontró un bar abierto y entró a desayunar. Quizá fuera mejor aquel bar que la soledad enclaustrada del cajón. Pidió un café y una tostada. No le gustó cómo le miraba el camarero aquel. Tal vez se había olido algo.
     En una pequeña tienda compró varias latas de conservas, una hogaza de pan y una botella de vino. Tampoco le gustó la mirada de aquella mujer. Sería mejor que se refugiara en el carro antes de que lo descubrieran. Apenas anocheciera partiría de aquel maldito pueblo. Se cercioró de que nadie lo veía entrar al cajón y se deslizó al interior. Intentó echar una cabezada pero todo el mundo parecía conspirar contra su descanso. Volvió a pensar que no tenía que haber tomado esa decisión. Al fin y al cabo, su mujer y su hija iban a permanecer en coma hiciera lo que hiciera. Nada iba a cambiar.
     Durante todo el día estuvo en el maldito interior de aquel viejo cajón, comiendo y pensando. Pensando y comiendo. Antes de la medianoche repasó todo su equipaje. La comida, la ropa, las herramientas, la gasolina, la escopeta de cañones recortados.

Continúa en Manolo Caracol III

22/9/11

Yo soy yo y mi cosmofilicaofobia

Ya sé que dicho así no dice nada. Suena a cacofonía. Parece una de esas palabras creadas para amargar la vida del estudiante de ciencias y para confundir al profano. Pero no. La cosmofilicaofobia es una patología originada por un desorden mental que obliga al afectado a ordenar de forma compulsiva el entorno. Se compone de una adición al orden "cosmosfilia" y de una aversión al desorden "caosfobia" que da lugar a la contracción mencionada y que, por cierto, no hallarás en diccionario alguno pues soy el único afectado por el momento. Como digo, este desorden me lleva a colocar de forma patológica todo cuanto encuentro a mi paso. los papeles los amontono por tamaños unos sobre otros perfectamente alineados con la mesa. Las toallas las doblo sin arrugas de forma simétrica. Tengo una fobia muy virulenta a las arrugas lo cual me lleva a planchar con insistencia todo lo que veo, no solo mi ropa, también los manteles y las sábanas. La simetría es otra de mis obsesiones. No puedo ver dos objetos similares colocados de forma distinta. Todos los objetos los coloco de forma simétrica. Odio las colecciones de objetos distintos porque no permiten su ordenación simétrica. Cuando llego a un local nuevo lo primero que busco es su simetría. Cuando tienen forma triangular o trapezoidal comienzo a encontrarme incómodo. En fin, no sé si es mi mente la que debe cambiar o es el entorno el que debe transformarse. Mientras tanto, yo soy yo y mi cosmofilicaofobia.

Un juego peligroso I


     _01:13 ¿Te conozco?
     _01:13 No, solo quiero que seamos amigos. Soy Mikel, de Alicante, tengo veinticuatro años.
     _01:20 Yo soy Gisela, también de Alicante.
     _01:21 ¿Cuántos años tienes?
     _01:32 Veintiuno.
     _01:32 Te he agregado por la foto ¿sabes? Eres muy guapa. ¿Tienes más fotos?
     _01:45 Ah, gracias. Sí, pero no las enseño a todo el mundo ¿sabes?
     _01:46 ¿Estás hablando con alguien más? Lo digo porque tardas mucho en contestar.
   
* * *

     _10:02 Hola, Mikel. Anoche me acosté. Estaba reventada. ¿Estás por ahí?
     _13:27 Hola, acabo de llegar del trabajo. ¿Sigues ahí?
     _18:25 Parece que no nos ponemos de acuerdo. Dime sobre qué hora sueles conectarte y si quieres, podemos chatear.
     _23:45 Pues sí, parece que no nos ponemos de acuerdo. Yo suelo entrar por las noches, a partir de las doce o así.
     _23:49 Hola, por fin. ¿quieres chatear? sería más rápido que los mensajes.
     _23:50 Sí, será mejor.
     _Hola.
     _Hola!!!!!!! Cuéntame algo de ti.
     _Bueno, también puedes empezar tú.
     _¿Qué quieres que te cuente? tengo una vida muy monótona. Me matriculé en ingeniería aeronáutica y cuando llevaba un año ingresé en la escuela de pilotos. Y a eso me dedico desde hace unos años.
     _Venga ya, ¿de verdad?
     _Ya ves, no tengo mucho que contar.
     _¿A eso lo llamas monótono?
     _Al final  llega a ser aburrido ¿sabes?
     _Pero ¿eres piloto militar?
     _Sí, de caza.
     _¿Sí? pero si eso es muy emocionante. ¿Cómo es que hablas así de tu trabajo?
     _A ver. Mi trabajo me gusta, pero todos los días haciendo lo mismo también llega a aburrir. De verdad.
     _Bueno, tendré que creerte.
     _Y tú ¿qué haces?
     _Lo mío sí que es una vida aburrida. Soy camarera de restaurante. Pero no pienso serlo toda la vida. Estoy en una academia de baile.
     _Pues a mí me parece interesante. Tienes que tener un cuerpo de escándalo.
     _Bueno, me cuido.
     _¿Por qué no pones alguna foto?
     _Si quieres te mando una por correo. Paso de colgarlas en el face.
     _Vale, mejor.
     _Pero antes envíame una tuya. ¿Tienes alguna en el avión?
     _No muchas. No nos dejan hacernos fotos. Pero buscaré alguna.
     _Vale. Cuando me envíes una yo te enviaré otra. Ok???? Te dejo hasta mañana. Un beso.
     _Bueno, aceptamos barco. Un beso.

Continuará

21/9/11

Manolo Caracol I

   Manolo solo podía presumir de ser un buen carpintero y nada más. No podía presumir de ninguna otra cosa. Nunca había sido buen padre, ni buen marido, como amigo solo llegaba a mediocre y como hombre de hogar era inexistente. Jamás había conocido otro oficio que no fuera el de carpintero. Había nacido y crecido rodeado de gubias, formones, sierras, tornos y barnices. Con trece años comenzó a ayudar a su padre en la carpintería heredada a su vez del abuelo. Y así había crecido. Manolo se había convertido en un gran carpintero. Sabía concentrarse en su tarea sin distracciones. Podía pasar medio día trabajando en la carpintería sin que se acordase de nada más. 
   Cuando murió su padre contrató a dos carpinteros profesionales y a un muchacho como ayudante. Los empleados se encargaban de la maquinaria eléctrica, Manolo de las herramientas manuales. Prefería un cepillo manual a uno eléctrico, un punzón a un taladro o una sierra de mano a una radial. Había crecido escuchando la dulce melodía de las herramientas de mano y detestaba todo lo que sonara a motor. Pero los tiempos habían cambiado y tenía que adaptarse a las nuevas demandas. Cada día aumentaban los pedidos de puertas biseladas a máquina o de armarios contrachapados. Manolo odiaba todo eso porque creía que eran muebles sin alma. No tenían la personalización que le imprimía el toque único e irrepetible de la mano de un carpintero.
   Así fue como recibió la noticia de que su mujer y su única hija habían tenido un accidente de tráfico. Un muchacho del pueblo entró corriendo en la carpintería y llamó con energía a Manolo.
   _¡Manolo, Manolo, tu mujer y tu hija, tu mujer y tu hija!
   Manolo levantó la vista del tablón que estaba laminando, con evidente enfado por el importuno.
   _¿Pero qué haces ahí quieto? ¡Corre a la carretera, que están allí aún!
   Al fin reaccionó Manolo y dejó la tarea a medias. Salió corriendo detrás del vecino. La policía acababa de llegar al lugar y habían acordonado la zona del accidente, pero se podía observar con claridad las causas del accidente. En plena curva había un socavón de aristas vivas que había hecho reventar una de las ruedas del vehículo. En una recta no habría mayores problemas para corregir el trazado del vehículo con una rueda destrozada, pero en una curva tan cerrada era imposible no salirse. El vehículo había quedado atrapado entre el guardarraíl y la calzada, con la mitad de su longitud colgando sobre el precipicio y solo sostenido por un delicado árbol. La policía no dejó que se acercara nadie por miedo a que terminara de caer el vehículo. 
   Tuvieron que esperar a que los bomberos anclaran el vehículo a uno de sus camiones antes de extraer los cuerpos inertes de la mujer y la muchacha. Manolo comenzó a llorar como un niño.
   _No te preocupes, Manolo, que han dicho que están vivas. _trató de consolarlo uno de los vecinos.
   Pasó la noche en el hospital esperando a que despertara su mujer o su hija, pero fue inútil. Ambas estaban en coma. Así que Manolo dejó que los médicos hicieran su trabajo y él se fue a hacer el suyo, el único que sabía hacer. Cada noche, antes de irse a dormir pasaba por el hospital a dar un beso de buenas noches a su pequeña y a su mujer.
   Durante días estuvo aturdido y no respondía a lo que le decían, pero Antonio, uno de sus carpinteros, trataba de hacerlo reaccionar. Manolo, leche, tienes que ir al seguro. Manolo, la leche, tienes que poner una denuncia. Manolo ¿es que no vas a hablar con otros médicos?
   Antonio se convirtió en la voz de su conciencia.
   Manolo hizo todo lo que le decía Antonio pero solo se llevó decepciones. El seguro solo se encargaba de reparar los daños causados a la vía, no cubría ni los daños del vehículo ni indemnización alguna. La denuncia contra la Red de Carreteras tampoco prosperó porque arguyeron que había una señal que anunciaba el socavón y además, las pruebas periciales determinaron que el vehículo circulaba al menos veinte kilómetros por encima de lo permitido. Así que la consternación de Manolo iba en aumento.
   _Manolo, leche, si fuera yo me echaba a la carretera y me iba hasta el ministerio ese a explicarle cuatro cosas _dijo Antonio.
   _Pero a decirle qué, Antonio.
   _¿A decirle qué? A ponerle una recortada en la cabeza a ver si tengo o no tengo razón.
   Manolo no contestó. Pero su indignación le había llevado a pensar cosas similares a aquella.
   _La leche, Manolo, no entiendo cómo puedes quedarte ahí parado mientras tu mujer y tu hija se debaten entre la vida y la muerte en ese hospital. Tienes que hacer algo.
   De ese modo, el plan comenzó a fraguarse en su cabeza, pero no dijo nada a nadie. Ni siquiera a su inclemente compañero.

* * *

   Una mañana Antonio llegó a la carpintería y se la encontró cerrada, algo que no había sucedido jamás. Así que intuyó que había pasado algo. Abrió con su llave y se encontró una nota sobre el banco de trabajo.
Hola, Antonio: He decidido hacer algo como me llevas diciendo. No te voy a entrar en detalles para no meterte en líos. Encárgate de todos los pedidos hasta que vuelva. Que vaya bien. Manolo.
   Por primera vez en medio siglo Manolo amaneció en un lugar distinto a su cama, su casa, su pueblo. Vio el amanecer con enorme tristeza, pero seguro de lo que iba a hacer.


Continúa en Manolo Caracol (II)

Catalizadores humanos

Alguna vez habrás escuchado a alguien que afirma perderse todas las broncas y todos los problemas que acontecen en su entorno. Incluso lo dirá con cierta decepción por no estar donde se producen problemas. Algunas veces podría tratarse de simple coincidencia, pero cuando es un patrón que se repite sistemáticamente lo más probable es que su presencia sea una de las variables determinantes. Es decir, su presencia disuade el origen de los problemas. Su simple presencia provoca en los demás el desánimo de dar comienzo a un problema. Este tipo de personas, que me permito llamar "catalizadores humanos", tienen el don de apagar los fuegos incluso antes de producirse. Todo fuego precisa de combustible para propagarse. Las personas irracionales, irascibles, susceptibles y violentas suelen avivar los fuegos que se producen a su alrededor. Los catalizadores humanos lo sofocan. Sus reacciones, sus gestos, sus palabras inducen serenidad e impiden que las personas a su alrededor se alteren. La conducta es contagiosa y ellos contagian tranquilidad. Al verlos serenos, los demás perciben que el problema quizá no sea tan grave. Piensan que será mejor aguardar y resolver el problema con calma. Las sociedades avanzadas abundan en catalizadores humanos y resulta difícil contemplar en ellas estallidos de violencia contagiada. 

20/9/11

Los dictadores buenos

Ningún dictador pasará a la historia sin haber sido considerado como gran gobernante para una parte de la población que lideraba. Cuanto más odiados son los dictadores por un sector de la población, más adorados lo son por la otra. Obviamente los dictadores no son democráticos aun cuando su ascenso al poder tenga un origen democrático. Pero tampoco se puede afirmar que gobiernen en contra de toda la población sino más bien a favor de una parte más o menos numerosa. Todos los dictadores de la historia han tenido y siguen teniendo firmes defensores. Hitler, Stalin, Mussolini, Castro, Mao, Franco, Gadafi, Pinochet, etc. Todos tienen o han tenido un sector del pueblo que los ha venerado sin el que les habría sido imposible ascender al poder y otro sector igual o mayor que los ha detestado con fervor. Por tanto, si bien no puede decirse que sean demócratas sin incurrir en una paradoja, sí puede afirmarse que son "hemícratas" como representantes de una mitad de la población.

18/9/11

Extraterrestres y antropoides

Existe una constante en infinidad de películas sobre vida alienígena que consiste en creer que los seres con vida inteligente deben tener una estructura antropomórfica. Podemos rastrear y veremos la gran cantidad de películas que reflejan a los extraterrestres como una especie de humanos verdes y cabezones. Siempre con simetría bilateral, cabeza y extremidades fuera del tronco, dos ojos, una boca, etc. Solo difieren de los humanos en el color de la piel y el tamaño relativo de la cabeza y los ojos. Aunque no es una estructura imposible no tiene porque ser ni la más probable ni la más frecuente. Recuerdo que Carl Sagan imaginó un mundo poblado de seres parecidos a medusas voladoras, lo cual significa un enorme progreso en imaginación. Pero puede haber mundos poblados por especies inteligentes parecidas a bacterias, plantas, fibras, nubes o incluso piedras. No tenemos por qué ceñirnos a lo que nosotros consideramos como inteligencia, porque puede manifestarse de muy distintas formas a las que no estamos acostumbrados. Buscar "marcianitos" antropoides responde más a un deseo que a una esperanza real de encontrar vida extraterrestre. Y si no rompemos las barreras mentales que nos impiden ver la inteligencia como una cualidad separada de su recipiente humano no seremos capaces de encontrarla ni ante nuestras propias narices.

16/9/11

Las manos de Ranjit

     _Hola, soy Ranjit, ¿quieres tumbarte?
     _Vale. No sé muy bien qué tengo que hacer. Es la primera vez que vengo.
     _Pues no te preocupes que yo te voy diciendo. Túmbate aquí. ¿Quién te ha hablado de mí?
     _Una amiga. Bueno una pareja. Ella es mi amiga y él es el que viene aquí.
     _Eso está muy bien. Estás un poco nerviosa. Eso es que todavía no te fías de mí. Cierra los ojos y llena los pulmones completamente de aire, luego expúlsalo lentamente. Continúa con esa respiración. [...] ¿A que te encuentras ahora mejor?
     _Sí. ¿No me vas a preguntar por qué he venido?
     _Si lo hiciera sería un sanador muy torpe ¿no crees?
     _¿Por qué?
     _Porque los sanadores tenemos que detectar las zonas donde se concentra la tensión negativa. El que no sepa eso es un farsante.
     _Es que estoy acostumbrada a que lo primero que hagan sea preguntarme.
     _¿Los médicos?
     _Sí. Lo primero que hacen es preguntarte un montón de cosas.
     _Bueno, si no lo hicieran no serían buenos médicos ¿no crees?
     _Entonces... ¿los sanadores no sois como los médicos?
     _Perseguimos lo mismo por distintas vías. Ellos van de abajo arriba, nosotros de arriba abajo. Ellos buscan los detalles, nosotros el contexto. Por eso cada uno se aproxima de distinta forma. El médico necesita conocer todos los detalles, porque son importantes para sus terapias. Nosotros necesitamos conocer el entorno, no los detalles.
     _Huele muy bien. ¿Qué es?
     _Hay varios aromas. El que predomina ahora es vainilla. Si estás atenta percibirás canela, limón o jazmín. Estás mejor ¿verdad?
     _Sí.
     _No tienes ningún mal físico.
     _¿Cómo que no? ¿Es que no me ves?
     _Claro que te veo, pero tu problema es mental. Tienes una vida que no te satisface y te refugias en la comida. Eso te hace engordar.
     _Pero cómo...
     _Confía en mí. Sé lo que te digo. No encontrarás remedio en ninguna dieta. Habrás probado varias ¿verdad?
     _Todas.
     _Tu problema no son las dietas, sino falta de motivación. Llevas engordando ¿cuatro años? ¿cinco?
     _Cuatro.
     _Bien. Eso está bien. No va a ser tan difícil como crees. Cuando llegues a casa busca entre tus fotos una de hace cuatro o cinco años en la que te veas guapa. Sácale una ampliación tamaño cuadro y ponla en algún lugar de la casa donde la veas todos lo días. Cada vez que la veas repite mentalmente que así eres tú y que así vas a seguir siendo. Si te encuentras frente a un espejo y no te gusta lo que ves, simplemente repite que es un estado pasajero del que vas a salir pronto.
     _¿No me vas a hacer nada más?
     _Por supuesto. Todo en su momento. Pero es importante que hagas lo de la foto. Ahora dime quién es la persona que te hace infeliz ¿novio? ¿marido?
     _Novio. Estamos haciendo planes de boda, pero creo que pasa completamente de mí. De hecho, creo que está con otras.
     _Y ¿por qué aguantas con él?
     _Porque lo quiero.
     _No lo quieres. Solo quieres la idea de tener novio. Es guapo ¿verdad?
     _Muy guapo.
     _Si quieres solucionar tus problemas tendrás que darle un ultimátum. O te respeta o lo dejas.
     _Entonces me dejará.
     _Eso será mejor para ti.
     _Sí. Mejor, porque me suicidaría y se acabarían mis problemas.
     _Serías necia si lo hicieras. Si te deja, adelgazarás en seguida. Conozco otros casos. Te sentirás más guapa y podrás elegir otros chicos que te convengan más que él.
     _Bueno, anda. Hazme eso de las manos y deja los consejos.
     _No son consejos, son instrucciones que tú me estás dictando. Yo solo soy tu intérprete. Ahora cierra los ojos y realiza respiraciones largas y profundas. Vas a alucinar.
     _Ah ¿sí?
     _¿Notas la energía que fluye de mis manos?
     _Sí. ¿Cómo lo haces?
     _Tú también podrías hacerlo. Todos tenemos energía en las manos. Pero solo unos sabemos emplearla. Ahora te sientes mejor, mucho mejor. Te sientes relajada, muy relajada. [...] Eres una chica fuerte que no teme enfrentarse a sus miedos. Sabes que tu problema es ese novio que no te valora. A partir de ahora vas a verlo de un modo diferente. Ya no lo vas a necesitar. Tu autoestima no dependerá de él nunca más. Ahora serás una chica nueva.
     _Siento mucho calor en el abdomen ¿es eso normal?
     _Claro, es la energía de mis manos. Es normal que sientas calor o cosquilleo. Luego, es probable que sientas algo de frío. A partir de ahora, cuando comas algo que te gusta lo vas a disfrutar de verdad. Solo vas a comer para nutrirte y para disfrutar. No vas a necesitar comer para sentirte mejor porque ya te sentirás bien contigo misma. Cuando salgas de aquí te sentirás muy ligera. Ahora, levántate despacio. [...] ¿bien?
     _Sí. ¿Cuándo vuelvo a verte?
     _Llámame cuando quieras y me cuentas. Venga, a disfrutar de la vida.

* * *

     _¿Ranjit?
     _Sí, buenos días.
     _Soy yo, la de... el problema de...
     _Da gusto sentirse bien consigo mismo ¿verdad?
     _Mucho ¿Cómo lo hiciste?
     _El mérito es tuyo. Yo solo fui un instrumento que tú utilizaste. Estás sorprendida por los cambios que has experimentado.
     _Eres muy bueno. No sé cómo lo haces, pero has dado en el clavo. Yo no creía en eso... en los adivinos o en los sanadores. Pero ahora sé que tú, al menos tú sí eres un sanador de verdad. No necesitas preguntar nada porque lo sabes o lo intuyes o... lo lees, no sé cómo. Pero sabías lo que me pasaba y sabías cómo iba a solucionar mis problemas sin conocerme. Y otras personas, conociéndome, eran incapaces de entenderme.
     _Agradezco tus palabras pero insisto en que la mayor parte del trabajo lo has realizado tú.
     _¿Sabes que rompí con mi... ex?
     _Me alegro.
     _He perdido veinte kilos y pienso perder los cinco que me quedan en este mes. He conocido a un chico. Le gusta también lo esotérico. Seguro que te caería genial.
     _Seguro. Ahora disfruta de tu nueva vida y sobre todo y por encima de todo... quiérete, quiérete mucho y serás una fuente de energía de la que beban los demás. Námaste.
     _Námaste.

15/9/11

Dadme 15 vírgenes

Dadme quince vírgenes y fertilizaré el planeta. Hablo en serio, no voy de farol. Dadme quince vírgenes y en veinte años os entregaré trescientos guerreros. Unos estarán formados, otros por formar, pero serán de la mejor raza que hayáis conocido jamás. Dadme quince vírgenes y mis genes se extenderán por todo el planeta. Será un trabajo duro que realizaré con capacidad de sacrificio y dedicación. Lo haré porque amo al planeta y deseo que se llene de guerreros fuertes e inteligentes como yo. Guerreros que desplacen a la raza de vagos, perezosos, idiotas y catetos que sacude al planeta. Odio tener que hacerlo, pero entiendo que es una responsabilidad que debo asumir. Trabajaré duro durante los próximos veinte años para llenar el planeta de jóvenes guerreros.

Amores adolescentes

Quién no sabe qué es un amor adolescente. Es esa montaña que subes con gran ilusión para descubrir que después hay que bajarla. Cuando hablamos de mariposas en el estómago hablamos normalmente de los amores adolescentes. De esos que hacen que nos olvidemos de todo y de todos. De esos que nos hacen hacer estupideces impensables en otras épocas. De los que nos hacen perder la cabeza. Pero tienen el gran mérito de sumirnos en un estado en el que todo lo demás deja de ser importante. Los padres, las notas, los profesores, el futuro... Nada importa salvo esa chica o ese chico que te vuelve loco. Cuando te enamoras en la adolescencia todo es puro, cristalino. No hay segundas intenciones, intereses, egoísmos, nada. Solo amor en estado puro. No solo quieres a esa persona por encima de todo los demás, es que solo quieres a esa persona y nada más. Cuando estás con ella el corazón se te acelera, el tiempo se detiene, el entorno se difumina en una nube de vapor, el resto del mundo desaparece. Cuando estás sin ella cuentas las horas, los minutos, los segundos... No hay nada sin ella. Luego, como digo, estos amores suelen desvanecerse. En unos casos darán paso a otros más maduros, más calculados. En otros, simplemente acabarán en dolorosas rupturas. Aquella etapa nos servirá de aprendizaje para contener las emociones posteriormente aunque, desde luego, nada vuelva a tener la intensidad de aquella época desbocada. 

El matón de la clase

Algunas personas necesitan reafirmarse continuamente para sentirse realizadas. Cuando somos niños empleamos nuestra artillería más mortífera en forma de insultos, rumores, peleas, encerronas, etc. Recuerdo a un muchacho de mi clase que era el matón oficial, es decir "el más fuerte de la clase". Periódicamente necesitaba medir sus fuerzas con cualquiera para sentirse henchido de gozo. Eso tenía sus riesgos. Normalmente era él quien humillaba a los demás, pero algunas veces se llevaba alguna sorpresa. De las muchas veces que me peleé con él, hubo al menos dos en las que fui yo quien lo humillo a él. De modo que solía guardarme las distancias. Pero su mayor sorpresa fue otro tipo que cambió de colegio. No tardó en chocar con él. Apenas llevaba unas semanas cuando vi el clásico corro de jaleadores y mirones deleitándose con el espectáculo de puñetazos. El recién llegado le calentó el hocico al matón oficial. Y eso, claro, cambia las cosas. Observé cómo se iba todo el mundo, repito, todo el mundo, con el nuevo líder. El antiguo matón se quedó de pie derramando lágrimas silenciosas e intentando guardar el escaso orgullo que le quedaba. Todo el corro de aduladores se fueron con el nuevo matón haciéndole carantoñas y alabanzas. Como yo soy de otro planeta me quedé con el vapuleado perdedor para que no se sintiera completamente solo. Aunque se merecía la lección sobradamente, siempre he odiado los linchamientos. Era el matón oficial y le vino bien aprender que siempre hay alguien más fuerte si te empeñas en medirte con todo el mundo. Pero creí que con esa lección sobraba y no necesitaba que todo el mundo lo humillara acompañando al ganador. 

10/9/11

Viejos amigos III



Viene de Viejos amigos II

     _¿Damos un paseo?
     _Sí. La verdad no me apetece encerrarme en ningún sitio.
     _¿Cómo te ha ido?
     _Buff, pensaba que iba a ser más fácil, pero me he sentido como un gusano. Casi puedo imaginar lo que estarán diciendo de mí ahora mismo. No es solo ella. Es la familia, son sus amigos, es todo. Tenía buena relación con todos, pero ahora pensarán que soy un cabrón. Y no sé hasta qué punto están en lo cierto. La verdad.
     _¿Ella se lo ha tomado mal?
     _Pues al principio no, pero luego se echado a llorar. He empezado diciéndole que tenía que hablar con ella y me ha dicho que no hacía falta, que ya sabía lo que le iba a decir.
     _Ah ¿sí?
    _Sí. Intuición femenina. Es una buena chica ¿sabes? Yo no creo que tenga ella la culpa. Simplemente no hay química... Pero creo que es una chica que vale mucho. Lo único que quiero es que le vaya genial en todo, que encuentre un buen chico y que sea feliz. Siempre he tenido la sensación de que no nos sabíamos valorar mutuamente. Ella tiene muchas virtudes que yo no sé apreciar y yo tampoco me he sentido valorado nunca por ella.
     _Sé lo que quieres decir. ¿Sabe que soy yo?
     _Sí. Cuando se ha calmado se lo he contado todo y ha vuelto a decir que se lo esperaba. Es mejor así.
     _Esto es lo más fuerte que nadie ha hecho por mí, ¿lo sabes?
     _Te lo mereces. Sé que no me voy a arrepentir.
     _Yo también tengo noticias.
     _¿Se lo has dicho?
    _Yo no puedo hacerlo como tú. No tengo valor para decírselo a la cara. Me da pánico. Podría tener cualquier reacción. No solo hemos sido pareja, además me ha dado trabajo... Él cree que ha hecho mucho por mí y que tengo que estarle agradecida ¿sabes? Si hiciera como tú se cogería un enfado que no sé.
     _¿Entonces qué vas a hacer?
     _Bueno, ya lo he hecho. Esta mañana le he dicho que cuando acabe el mes no voy a volver a la asesoría,  que me voy a centrar en las oposiciones. Si vieras cómo se lo ha tomado entenderías por qué no puedo hablar abiertamente con él. Una vez que deje de verlo en el trabajo será más fácil. Cuando me llame para salir le diré que no tengo tiempo, que estoy estudiando. Así dejaré pasar el tiempo hasta que él mismo se canse.
     _Bueno, es comprensible. De todas formas, si se pone tonto me lo dices y voy a explicárselo.
    _No hace falta. Lo conozco y sé que acabará llamándome para decirme que me deja. Él no admitiría que soy yo quien lo deja. Siempre tiene que tenerlo todo controlado.
     _Dame un abrazo.
     _No me falles tú. Ahora es cuando más te necesito.
     _Nunca. Si supieras la cantidad de veces que he soñado con este momento... Tal vez tú no, pero no me importa.
     _Eso no es verdad. Yo tampoco he dejado de pensar en ti. Pero pensaba que no habría posibilidades.
    _Siempre las hay. ¿Recuerdas aquella vez que nos cruzamos por el pasillo y no nos dijimos nada pero nos quedamos mirando y nos lo dijimos todo con la mirada?
     _Sí.
     _Pues desde aquel momento estoy pensando en ti. Cada día.

9/9/11

La teoría de la conspiración del 11-s

A diez años de los televisados atentados de Nueva York y Whasington las teorías de la conspiración sobre la autoría han perdido algo de fuerza aunque no han desistido. Leí alguno de los libros sobre la materia y me resultaron tan emocionantes como novelas de intriga, pero después de cotejar datos con otras versiones y entre ellos mismos inferí que sus conclusiones no están acertadas. De hecho no hay unanimidad sobre las conclusiones entre todas las teorías disponibles, lo único en que coinciden es en rechazar la versión oficial, a partir de ahí, cada una toma su camino y extrae sus deducciones. Creo que está bien que existan estas teorías pues obligan a los poderes públicos a ser más transparentes y a brindar más información de la que disponen. Cuanta más oscuridad se cierne sobre cualquier asunto más teorías pintorescas aparecen. Nadie duda de que se estrellaron aviones en las torres porque hay cientos de imágenes, sin embargo sí se duda en el caso del Pentágono porque no existen imágenes. Es probable que aún queden aspectos por elucidad pero de ahí a dudar de la autoría intelectual hay una gran distancia. Es cierto que la versión oficial tiene algunos puntos que la hacen poco creíble. Pero es lógico pensar que las autoridades se apresuraran a despejar las pruebas que demostraban su ineficacia a la hora de prevenir el atentado.
Por otro lado, hay que considerar que quien plantea teorías alternativas también busca hacer dinero vendiendo libros, documentales o concediendo entrevistas. Por tanto tendrá grandes reticencias a aceptar las evidencias de la versión oficial que contradigan su teoría. En último caso, siempre es mejor dudar de todas las versiones antes que arrojarse en manos de falsos predicadores de la verdad.

El mejor consejo que te pueden dar

El mejor consejo que te pueden dar, y que puedes dar, es que tengas cuidado con los consejos. Cuando estamos desesperados, deprimidos o tristes es fácil que busquemos ayuda en los demás. Es cuando surgen consejeros por doquier: "A mí me fue estupendamente con esta dieta", "prueba este medicamento y no te arrepentirás", "estos cigarros te hacen sentir fenomenal", "bla bla bla". Pero lo que sirve a una persona puede que no sirva a otra, lo que es bueno para uno puede ser nefasto para otro. Así que más que consejos, lo mejor es escuchar las experiencias de cada uno, pero con sentido crítico, sin creer en fórmulas mágicas. Escuchando las versiones de cómo afrontaron un mismo problema distintas personas se puede aprender más que escuchando el consejo de un listo venido a gurú. 

7/9/11

Disertaciones y circunloquios

Con el tiempo he ido clasificando a los científicos en dos categorías bien definidas y delimitadas. Por un lado se encuentran aquellos que quieren enriquecer el mundo de la ciencia con sus descubrimientos y sus teorías. Suelen caracterizarse por su accesibilidad, por mostrarse didácticos y por comunicarse con un lenguaje llano que todo el mundo puede entender. Tienen paciencia con los advenedizos, no tienen inconveniente en repetir una explicación y exponen disertaciones brillantes que cautivan a los oyentes por su accesibilidad y su valor científico. En otro grupo se encuentran aquellos que quieren ser admirados por haber descubierto una teoría de las que cambian el mundo, tanto si es así como si no. Estos científicos suelen presentar un lenguaje farragoso, lleno de circunloquios, abstracciones o generalizaciones. Odian tanto a los que tienen más capacidad que ellos como a los que tienen menos, o sea a todo el mundo. No tienen paciencia con los aprendices y los tratan como inútiles irremediables. Se muestran arrogantes con los medios y parecen gritar a todo el mundo que solo ellos entienden lo que intentan exponer y por eso se creen importantes. Su virtud es la de ser exponer teorías sencillas de tal forma que no las entienda nadie. Se regodean en el corporativismo y se muestran suspicaces con las teorías de otras disciplinas, son pedantes e irascibles. Se creen miembros de una clase superior aunque su único aporte sea el de hacer más confuso el conocimiento que ya estaba a disposición de todo el mundo. El primer grupo contribuye a la evolución de la sociedad y la ciencia, el segundo a incrementar el ego de los científicos.

6/9/11

Pena de muerte

Todo crimen es horrendo, pero cuando es el propio Estado el que ejecuta a uno de sus ciudadanos es aún más horripilante, por más que responda a un clamor popular generalizado. Se me ocurren muchos motivos para optar por otras penas como la cadena perpetua antes de recurrir a esta infame forma de de justicia. En primer lugar, el Estado no solo gestiona, regula y representa a una nación, en buena medida también le transmite cultura. Cuando un Estado mata transmite la cultura de la muerte a sus ciudadanos. Esos ciudadanos verán legitimados sus crímenes con el argumento de que el Estado también mata. En segundo lugar, un Estado tiene un poder inmenso que no necesita exhibir mediante una acción de fuerza tan brutal como la muerte. Al contrario, los Estados capaces de perdonar la vida gozan de la magnanimidad de quien tiene la más grandiosa capacidad, conceder la vida. En tercer lugar, muchos condenados a muerte han sido ajusticiados siendo inocentes y no se ha podido demostrar hasta años después de su muerte. Siempre será mejor dejar con vida a un culpable que cometer el horrible crimen de ajusticiar a un inocente por error. La muerte no tiene retroceso, no tiene vuelta atrás. A un inocente asesinado judicialmente no se le puede pedir perdón, no se le puede resarcir ni indemnizar. En cuarto lugar, nunca un Estado de derecho puede situarse al nivel de un repugnante criminal y emplear los mismos métodos que juzga inaceptables. La violencia trae violencia, al margen de quien la ejerza. Cuando un Estado asesina, está dando pie a que la rueda del karma continúe con la execrable espiral  de violencia. En quinto lugar, no se ha demostrado que en los países con pena de muerte se haya reducido la criminalidad. Estados Unidos es uno de los países con mayor índice de criminalidad pese a disponer de este recurso penal. Podríamos hablar de lo caros que son los procesos y de muchos otros motivos, pero creo que son argumentos inferiores en peso a los expuestos.

5/9/11

Matar al padre

En algún momento de nuestra vida todos acabamos, metafóricamente hablando, por matar al padre. Es decir, por anular su influencia sobre nosotros. Esto es así especialmente en varones donde la rivalidad masculina y el complejo edípico se se lleva a extremos. En ocasiones puede que dejemos que su influencia perdure durante nuestra vida, pero no es lo más corriente. Lo normal es que llegue un día en que los hijos sepan más que los padres y la rueda de la vida se invierta en un continuo ciclo de idas y venidas. Los dioses de ayer son los demonios de hoy. Si además de todo ello el padre es un canalla cercenaremos su influencia brusca y prematuramente. Hemos de saber que ese ciclo karmático se reflejará en nosotros en el futuro y tal vez los decapitados seamos nosotros.

Tonto a tiempo parcial

Recuerdo a un tipo que acababa de sacar un vaso de agua caliente del microondas, lógicamente comenzó a quemarse los dedos y tuvo que cambiar de mano una y otra vez. Amablemente y sin ánimos de presunción alguna le sugerí que sujetara el vaso por la parte inferior, pues los microondas calientan más la parte superior del líquido. Airado, me espetó: "Ya lo sé". Atónito me quedé pues no dejó de sujetar el vaso por la parte superior y, por ende, de quemarse. Entonces reflexioné sobre los motivos que le llevaban a tener dicha conducta y se me ocurrieron tres opciones. Una, estaba haciendo un experimento sobre la Ley de Termodinámica para comprobar el tiempo que tarda un vaso a noventa y nueve grados en quemar unos dedos. Dos, no quería aceptar consejos de un advenedizo y prefería quemarse y mantener el orgullo. Tres, era tonto a tiempo parcial y acababa de comenzar su jornada.

4/9/11

Chicas adolescentes

Alguna vez he escuchado la conversación de grupos de chicas adolescentes y me ha sorprendido. En muchos aspectos se parecen a los grupos de chicos: hablan de los chicos que les gustan, de fiestas, de poco más. Pero me llama la atención que a veces se adentren en una especie de competición para ver quién de ellas ha sufrido más. Una comienza diciendo que su chico no le hace caso, la siguiente alega que el suyo la ha dejado, otra más dice que el suyo la dejó por su mejor amiga y así hasta el infinito. Esas conversaciones no las he escuchado en chicos de su edad; por el contrario, suelen competir para ver quién ha cosechado más triunfos en cualquier  ámbito. En realidad es normal que unas chicas que están construyendo su personalidad individual compartan experiencias para ver si sienten lo mismo que sus amigas o si son normales sus emociones y aprender en grupo a relacionarse con el resto del mundo.

Lorenzo Milani

Sacerdote y pedagogo, Lorenzo Milani creó una escuela para los niños de las clases pobres que a mediados de siglo veinte no podían asistir a las escuelas generales. Pertenecía a una familia de clase acomodada, pero desde el principio entendió que su misión consistía en ayudar a que esos muchachos se valiesen por sí mismos. En las clases estaban juntos muchachos de todas las edades, de tal forma que los más mayores colaboraban con el maestro a enseñar a los más pequeños. Hablaban de lo que decían los libros pero también de la realidad circundante, de la actualidad social y familiar. Su escuela pasó a llamarse Escuela Barbiana en honor a la localidad que vio nacer su institución.

3/9/11

Viejos amigos I

     _Ey... hola ¿eres tú?
     _Sí, te he visto llegar y me ha parecido que eras tú.
     _¿Cómo estás? madre mía ¿Cuánto tiempo hace que...?
     _Ya ves, cuatro años ¿no?
     _Sí, dos mil siete, claro. Bueno, estás guapísima. Pero eso en ti es normal.
     _Gracias. Tú también te conservas bien.
     _Bueno, alguna cana y eso, pero trato de cuidarme. ¿Quieres un café?
     _Sí, claro. Hasta las once estoy libre.
     _Yo los pido [...] Entonces ¿Trabajas por aquí?
     _Sí, en una asesoría que hay aquí al lado.
     _Ah ¿sí? ¿Dejaste las oposiciones?
     _Sí, ya ves. Estuve un año dándole fuerte, pero no salió nada y me rendí.
     _Pero ¿por qué? Tú puedes conseguir lo que te propongas. Sabes que las oposiciones son cuestión de tiempo.
     _Sí, pero no puedo esperar toda la vida. Y aquí estoy bien. Es la asesoría de un amigo.
     _Lo que tú quieras, pero ya sabes que cuando te lo propongas puedes conseguirlo.
     _Bueno, y tú qué.
     _Pues me va bastante bien. Hace... tres años... Bueno, ya casi cuatro. Hace cuatro años me ascendieron a jefe de sección y hace dos meses me ofrecieron el puesto de subdirector y... acepté. Así que estoy en la gloria.
     _Ah ¿sí?
     _Sí, ya sé que no confiabas mucho en mí. Pero ya ves que me lo curro.
     _Yo nunca dije eso.
     _Ya lo sé. Es una interpretación que hice.
     _Pero ¿por qué?
     _Porque no me quisiste dar una oportunidad. Supongo que preferías al abogado ese.
     _Tú tenías novia.
     _Pero podías haber luchado.
     _Y tú podías haberla dejado.
     _Lo mío no era tan fácil.
     _Ya y lo mío sí. ¿Sigues con ella?
     _Sí. Nos casamos hace tres años. [...] Y tú ¿cómo andas de amores?
     _Lo dejé con el abogado ese, como dices. Ahora estoy saliendo con un chico, desde hace un año.
     _¿El de la asesoría?
     _Sí.
     _Lo he notado cuando has dicho "amigo". ¿Vais en serio?
     _De momento nos va bien.
     _¿Cómo de bien? ¿Tan bien como para no quedar con un viejo amigo para cenar?
     _Vas muy rápido.
     _¿Cuatro años te parece ir rápido?
     _Esta vez tendrás que currártelo más.
     _Solo he hablado de cenar.
     _Ya. Este es mi teléfono [...] Llámame una tarde y hablamos.
     _Vale, nos vemos.
     _Chao.
   

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Viejos amigos II

Viene de Viejos amigos I

     _¿Sí?
     _Soy yo.
     _¿Quién es?
     _Soy yo ¿no me reconoces?
     _No, lo siento. Se ha equivocado.
     _Eh... vale.


* * *


     _Hola.
     _Hola. Lo siento. Se me olvidó decirte que no me llamaras en horario de trabajo.
     _No te preocupes, tenía que haber caído yo. Lo siento.
     _¿Cómo estás?
     _Con ganas de verte.
     _¿Puedes esta noche?
     _Sí, había pensado en el Cult. ¿Sabes dónde está?
     _Sí, es el nuevo ¿no?
     _Sí, junto a la universidad.
     _Vale ¿a qué hora?
     _Te espero a las nueve, dentro.
     _Vale, nos vemos esta noche. Chao.
     _Chao.


* * *


     _Estás guapísima, madre mía. Tu quieres que me muera aquí mismo.
     _Muchas gracias. Qué exagerado.
     _¿No te he causado problemas en el trabajo con...?
     _No, no te preocupes. Llama mucha gente que se equivoca. Estamos acostumbrados.
     _Me alegro. Se me olvidó que trabajas con él...
     _No, no te preocupes. No estamos haciendo nada malo. Y tú ¿qué tal?
     _Bueno, vamos a pedir y te lo cuento. Aquí tienen un menú degustación que está genial ¿te apetece probarlo?
     _Vale.
     _Sí, dos menús degustación y ¿un tinto?
     _Sí, sí.
     _Y una botella de... Viña mayor.
     _Bueno ¿cómo has pasado estos días?
     _Pues... pensando. Pensando mucho. Y entre pensamiento y pensamiento... mi mujer está mosqueada. Se huele algo.
     _Solo hemos quedado para cenar ¿no?
     _Por supuesto. Yo no he dicho lo contrario. [...] Gracias. Tiene buena pinta el platito este ¿eh?
     _Está muy bien, sí.
    _Estaba el otro día viendo las noticias con la mente volando y vino mi mujer y... me habló. No sé qué me dijo. Solo sé que al rato tenía un enfado tremendo. Entonces estuvimos hablando. Le dije que nada, que tenía muchas cosas en la cabeza y tal. Pero no entré en materia. ¿Tú tampoco le has dicho nada a...?
     _No. No he encontrado el momento.
     _Esta semana hablaré con ella.
     _¿Qué le vas a decir?
    _La verdad. Que no quiero hacerle daño, que la quiero, pero de una forma distinta a... como se debe querer. No hay química entre nosotros. Con el paso del tiempo nos hemos convertido en simples compañeros de piso.
     _¿Vas a hacer eso?
    _El otro día escuché una frase histórica ¿sabes? Creo que era de Gorvachov, decía "la historia no perdona a los que llegan demasiado tarde". La dijo cuando ayudó a que cayera el Muro de Berlín. Se me quedó grabada y me dije que no quería dejar pasar otra oportunidad. Si es que existe. Por tanto quiero allanar el camino para que esa posibilidad no se desvanezca de nuevo.
     _No sé qué decir.
    _No tienes que decir nada. Es algo que tengo claro. No sé si de aquí saldrá algo, pero la decisión la tengo tomada. No quiero vivir una mentira. Por nada del mundo quisiera dejar de ver esa melena y esa sonrisa durante otros cuatro años. Prefiero morirme.
     _[...]
   _Ven. No llores. Te digo lo que siento. Si hubiera sido más maduro cuando te conocí, no te habría dejado escapar. Junto a ti me siento diferente. No quiero que esto termine.


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