Cuando escucho a alguien decir que es como es y no piensa cambiar, no puedo pensar otra cosa más que es imbécil. Incluso la persona más sabia del mundo comete errores y precisa aprender y cambiar, cuánto más necesitarán los demás. La perseverancia en el error se conoce como contumacia y caracteriza a las personas que padecen de suficiencia, autocomplacencia y exceso de confianza en sí mismos. Es de sabios estar dispuestos a cambiar, a aprender de los errores y a sacrificar parte de nuestro ego. Al final, el que se excede de autoconfianza acaba saliéndose en una curva o cayendo al mar, acaba cometiendo errores que habría evitado con un mínimo de humildad. Pero es que detrás de esa suficiencia suele esconderse complejos inconfesables.
11/7/11
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