_Dígame usted, caballero.
_Verá, señor guardia, hace un mes perdí seis puntos con una multa de velocidad que me pusieron sus compañeros.
_¿Y bien?
_Pues resulta que he visto la promoción esa que anuncian en los carteles, donde dice que por tirar colillas te dan cuatro puntos, y he tirado dos colillas. Quería saber si por tirar dos colillas me devuelven ocho puntos o cuatro.
_Pero... Esto es la primera vez que me pasa en la vida. Se lo juro.
_¿Qué cosa, señor guardia?
_Si se lo cuento a mis compañeros no me van a creer.
_¿Qué sucede, señor guardia?
_Vamos a ver, caballero. Si usted tira una colilla por la ventanilla mientras conduce, le conlleva una sanción económica y además... le restan cuatro puntos de su carné por puntos. ¿Lo comprende?
_¿Me los quitan?
_Sí, caballero, se los quitan. No se los dan.
_Entonces ¿va a multarme?
_Pues como tiene la suerte de que no lo ha hecho delante de mí, voy a hacer como que usted no me ha dicho nada.
_Pues se lo agradezco a usted, señor guardia.
_No tiene por qué, continúe usted y haga el favor, no tire más colillas por la ventanilla.
_Vaya usted con Dios, señor guardia.
_Gracias, caballero, buen viaje.
_¿No le irán a decir nada a usted por no multarme, verdad?
_No se preocupe usted por eso, caballero, que aunque lo contase no me creerían. De verdad que no.
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