Pages

Subscribe:

Ads 468x60px

.

Labels

Social Icons

26/1/11

Aquella mujer musulmana

Nunca te molestó que tu abuela llevara un pañuelo negro en la cabeza cuando guardaba luto por tu abuelo. Tampoco te molesta cuando llega el invierno y la gente se cubre la cara con bufanda. Ni cuando es carnaval y todo el mundo oculta su rostro bajo máscaras. Jamás desconfiarías de ellos. Tampoco te molestan las personas que se cubren la cabeza con gorros, pañuelos, sombreros o viseras, para ti es normal. Y si ves a un trabajador con un verdugo cubriéndole todo el rostro, también lo ves normal, porque hace frío, te dices. Pero, ay, aquella mujer musulmana. Por qué iba con el rostro cubierto. Te dices que alguien la ha obligado, pero nunca se lo has preguntado. Afirmas que ella se cubre porque responde a consignas religiosas radicales. Nunca se te ha ocurrido pensar que para aquella mujer musulmana, su velo es como para ti tus pantalones. Que si tú te resistes a quitarte los pantalones en público, ella también tiene derecho a resistirse a desprenderse de una prenda habitual para ella. Quieres que comparta su belleza contigo a cambio de nada. Estás acostumbrado a disfrutar de la belleza femenina y crees que aquella mujer musulmana también debe compartirla contigo. Y por la noche, llegará tu hija subida en tacones, apenas cubierta con una diminuta minifalda y una escotada blusa y te dirás, nosotros sí que hacemos las cosas bien, nuestras mujeres gozan de libertad para hacer lo que quieren. Mi hija sí que va bien así. No como aquella mujer musulmana.

0 comentarios:

Publicar un comentario