Pages

Subscribe:

Ads 468x60px

.

Labels

Social Icons

6/1/11

La moto como reclamo

Hacían buena pareja y se les notaba a la vista. Él no había tenido suerte con las mujeres, se sentía poco agraciado, pero su mayor obstáculo era su falta de autoconfianza. Quienes lo conocían sabían que era una persona encantadora, buen trabajador, buen compañero, buen amigo. Pero algo dentro de él le dijo que se merecía ser feliz junto a alguien, que si otros tenían compañía sin merecerla, él tenía que tenerla. Así fue como decidió comprarse una moto como reclamo. No le hacía falta, pero cabalgar a lomos de su moto le infundía confianza, que era lo que precisaba para salir de su guarida y aventurarse por los lares que frecuentaban las chicas. Era un motorista diferente a muchos otros. No presumía con su moto, solo disfrutaba sobre ella. Se movía con discreción, sin acelerones estridentes o actitudes vanidosas.
Y a lomos de su yegua de acero se sintió lo suficientemente seguro como para darse a conocer a ella.
Ella tampoco tenía mucha experiencia con los hombres pese a rozar la treintena. Fuera por desinterés, por acumulación de decepciones o por cualquier otro motivo. Cuando se conocieron parecían decirse "¿Dónde has estado todo este tiempo?" Y la respuesta recíproca era la misma "Esperándote". Verlos juntos era una delicia, porque sabías que lo merecían. Que merecían ser felices.

0 comentarios:

Publicar un comentario