Casados y adúlteros

     _¡Hola! No te había reconocido. ¿Cómo estás, guapísima?
     _Pues aquí ando, intentado chisparme.
     _¿Estás sola?
     _No. He venido con dos amigas, pero se han ido al aseo. Están tardando un montón.
     _Bueno, pues yo me quedo contigo hasta que vengan. ¿Quieres tomar otra?
     _No, voy a terminarme esta. ¿Tú has venido solo?
     _Sí. Me ha costado una pelea con mi mujer, pero sí. Así que voy a celebrarlo.
     _Bueno, pues vamos a celebrarlo juntos.
     _Uf, de la forma que me lo has dicho ha sonado así como...
     _Como he querido que suene.
     _Deja, deja, que no quiero problemas con tu marido. Es demasiado fuerte para mí.
     _Eso sería si se entera ¿no?
     _Uf, qué calor me está entrando. Voy a pedirme otra.
     _Yo estoy cansada de esperar a estas dos. Seguro que se han encontrado a dos tíos y están follando. Y yo aquí esperándolas como una idiota.
     _Bueno, cuanto más tarden ellas, más tiempo estoy contigo ¿no? Por cierto, te sienta muy bien así el pelo, corto y engominado. Te veo guapísima.
     _Muchas gracias, pero no hace falta que me alagues. Vamos a irnos igualmente. ¿Has traído coche?
     _Madre mía, me estás ruborizando. Y eso que yo soy de los que fuman en pipa. Sí, sí he traído coche.
     _Pues vámonos antes de que se me pase el calentón.
     _Adelántate hacia el aparcamiento mientras yo pago las copas.

* * *

     _Hola, quería hablar contigo, tío.

     _Dime, tío.

     _Es que me han dicho que el otro día mi mujer estuvo con alguien. ¿Tú la viste verdad?

     _Ah, pues sí, estaba tomándose una copa mientras esperaba a sus amigas. Le pregunté por ti y tal.

     _¿No la viste con nadie?

     _No, de hecho no llegué ni a ver a sus amigas. Me dijo que estaban tardando mucho.

    _Joder. Pues me han dicho dos personas distintas que la vieron con alguien en el aparcamiento. Como me entere de quién es le voy a pisar la cabeza.

     _De todas formas no hagas mucho caso de los rumores esos. Ya sabes cómo es la gente.

     _Si yo no suelo hacer caso, pero es que me lo han dicho dos personas distintas. Además de que la he notado rara. Así, distante, como si todo le diera igual. Entre feliz y pasota.

     _Ya. Pinta mal la cosa.

     _Pues sí. Si te enteras de algo no dudes en decírmelo. Tengo ganas de arrancarle la cabeza.

     _Claro, claro. Yo estaría igual.

    _¿Sabes por qué me lo estoy tomando con tanta calma? Porque el día ese yo estaba tirándome a un pivonazo de la hostia. Menos mal. Porque si no, sería cornudo y gilipollas. Así solo soy cornudo. ¿No crees?

     _Claro, claro. Es lógico.

* * *

     _Soy yo. ¿Puedes hablar?

     _Sí, dime.

     _Estuve el otro día con tu marido. Se ha enterado de lo del otro día.

     _Y ¿qué?

     _¿Te da igual?

     _Y qué quieres que haga.

     _Nada. Era para decirte que él también estuvo con otra, el mismo día.

     _No si yo sé que él no priva de nada.

     _¿Es que lo sabes?

     _Yo no me meto en lo que hace él.

     _Pues él si parecía bastante cabreado. Decía que quería arrancarle la cabeza al que haya sido.

     _Eso ya me lo sé yo. Pero es todo boquilla. No te preocupes.

     _¿Qué vas a hacer este finde?

     _Intentar pasármelo bien. Yo sola, claro.

     _Sola, quieres decir sin tu marido ¿no?

     _Hombre, claro. ¿Vas a salir?

     _Sí. ¿Tomamos algo?

     _Sí, después de follar.

     _Me encanta negociar contigo.

     _Menos coba. Nos vemos en el Corzo. Como te retrases me largo.

     _Tranquila, te estaré esperando. Ponte igual de guapa que la otra vez.