La pedagogía del NO

Un NO a tiempo es una victoria. Un NO a tiempo puede ser más pedagógico que cientos de consejos fútiles y razonamientos estériles. El NO es la esencia del aprendizaje, si lo positivo nos abre los caminos del aprendizaje, lo negativo delimita su contorno e impone las restricciones de la realidad. Los padres blandos y consentidores que dan cuanto piden a sus niños crían personas inestables, egoístas, violentas y perezosas. Una educación a base de permitir todo tiene como resultado individuos infelices que no saben buscarse la vida, dependientes de los demás y con tendencias antisociales. La pedagogía del NO enseña a los niños y adolescentes los límites de la sociedad y el entorno. Esos límites que ellos desconocen y que intentan explorar movidos por sus impulsos propios de su edad. Si los padres presentan una realidad adulterada y manipulada en la que todo parece fácil de lograr le están transmitiendo una enseñanza perjudicial, pues se verán frustrados cuando descubran que la realidad sí impone límites. Y descubrirlos tarde puede ser muy doloroso.